Los líderes de los 25 estados miembros de la Unión Europea (UE) intentarán hoy alcanzar un consenso sobre cómo revitalizar política y económicamente el continente en una cumbre informal que se celebrará en el palacio de Hampton Court, en las afueras de Londres. Sin embargo, las profundas divergencias que separan a los Veinticinco sobre el modelo de Europa y el desacuerdo sobre el presupuesto a partir del 2007 amenazan con impedir cualquier avance real en la reunión, más allá de vagas propuestas generales tras las que poder esconder la división interna y la parálisis europea.

El primer ministro británico y presidente semestral de la UE, Tony Blair, desea aprovechar la cumbre para promover una mayor liberalización económica en Europa, una mayor flexibilidad laboral y el recorte de los sistemas de protección social con el argumento de que el actual modelo social europeo ya no sirve para afrontar el reto de la mundialización. Blair plantea también abordar los temas sobre la seguridad europea, el terrorismo y la inmigración ilegal. Además, el premier quiere evitar a toda costa que en la cumbre se abra una discusión sobre la financiación europea, a pesar de que la falta de acuerdo sobre el presupuesto comunitario para el periodo 2007-2013 es el problema más acuciante de la UE.

PRIORIDADES Blair propuso ayer ante el Parlamento Europeo que la UE dé prioridad a la investigación, a la potenciación de las universidades, al desarrollo de una política energética común y a la gestión de la inmigración. El primer ministro británico respaldó la creación de un fondo para los ajustes laborales provocados por la mundialización, que había rechazado con firmeza cuando la Comisión Europea lo propuso hace un año.

El presidente francés, Jacques Chirac, en un artículo publicado en varios diarios, quiso fijar un contrapunto al liberalismo económico de Blair. "Francia jamás aceptará ver a Europa reducida a un mero espacio de librecambio. Por esos debemos reactivar el proyecto de una Europa política y social, basada en el principio de solidaridad", recalcó Chirac.

"El modelo de Europa es la economía social de mercado. Su contrato es una alianza de la libertad y la solidaridad, con el poder público como garante del interés general", añadió Chirac. El mandatario francés también previno contra "el deseo desenfrenado de abrirse a la mundialización", reclamó una respuesta "más contundente" a las consecuencias sociales de la mundialización y defendió la política agraria frente a los planes de Blair para recortarla.

El cesante canciller alemán, Gerhard Schröder, también aprovechará su última participación en una cumbre para efectuar una defensa del modelo social europeo y de la necesidad de revitalizar el proyecto político de la UE.

MODERNIZAR LOS PAISES Los nuevos socios del Este, por su parte, tienen previsto presionar a la presidencia británica para promover con la máxima urgencia un compromiso sobre el presupuesto. Los países del Este temen perder las millonarias ayudas comunitarias previstas para el 2007, e imprescindibles para modernizar sus países, si no se pacta antes de fin de año el marco presupuestario para el periodo 2007-2013.

Blair respondió por anticipado ante la Eurocámara al insistir que antes de abordar el problema del presupuesto "hay que fijar las prioridades políticas" de la UE. "Estaremos en una mejor posición de obtener un acuerdo sobre el presupuesto si nos hemos puesto de acuerdo ya sobre una dirección económica, sobre las nuevas prioridades de trabajo", afirmó Blair, aunque reiteró que hará lo posible para lograr ese acuerdo presupuestario en diciembre.