La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó ayer una resolución latinoamericana en la que se insta a Cuba a colaborar con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, pero sin hacer mención al procesamiento de disidentes.

La resolución, la duodécima sobre Cuba adoptada por la Comisión, recibió veinticuatro votos a favor -dos más que el año pasado- y veinte en contra, mientras que nueve países se abstuvieron, informa Efe.

Entre los países que la apoyaron se encuentran Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Uruguay, en tanto que Brasil y Argentina se abstuvieron.

Venezuela fue el único país latinoamericano, además de la propia Cuba, que votó en contra.

Presentada por Costa Rica, Nicaragua, Perú y Uruguay esta resolución sólo pide al Gobierno cubano que reciba a Christine Chanet, representante personal del Alto Comisionado, y le brinde "todas las facilidades necesarias" para su labor.

La Habana ha adelantado, sin embargo, que no recibirá a la magistrada francesa, encargada de inspeccionar la situación de los derechos humanos en la isla.

Costa Rica había presentado una enmienda al proyecto de resolución para endurecerla y darle más actualidad con una referencia concreta a la ola de detenciones, juicios sumarios y condenas a un total de 1.454 años de cárcel contra 75 disidentes políticos cubanos en las últimas semanas por delitos contra la integridad del Estado.

PROPUESTA DE ENMIENDA

La propuesta de enmienda, rechazada con 31 votos en contra, quince a favor y siete abstenciones, pedía la inmediata liberación de los opositores, así como "el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular la libertad de expresión y el derecho a un juicio justo".

Cuba había reaccionado presentando otra enmienda, compuesta de dos párrafos, de los cuales sólo el primero se sometió a votación.

Este párrafo, que exigía "el cese inmediato del embargo unilateral e ilegal contra Cuba impuesto por Estados Unidos" desde hace más de cuarenta años, fue rechazado con veintiséis votos en contra, diecisiete a favor y diez abstenciones.

La resolución aprobada por la Comisión está lejos de satisfacer las expectivas de algunas delegaciones y de diversas organizaciones pro derechos humanos que la consideran demasiado "tímida".