La superación del bloqueo checo al Tratado de Lisboa ha reactivado el pulso político entre los Veintisiete para la designación del futuro presidente estable de la UE y del nuevo responsable de política exterior, que sustituirá a Javier Solana.

Las aspiraciones del exprimer ministro británico Tony Blair, para asumir la presidencia estable de la UE chocan con una creciente oposición. Austria, Holanda, Bélgica y Luxemburgo ya se han manifestado en contra. Un grupo de eurodiputados han empezado a recoger firmas para que la Eurocámara se pronuncie contra su candidatura, ya que Gran Bretaña no está en el euro y se ha autoexcluido de otras políticas europeas clave.