La defensa numantina británica de la candidatura del controvertido exprimer ministro Tony Blair para el puesto de primer presidente estable de la Unión Europea (UE) impedía ayer avanzar hacia un consenso para el nombramiento de los dos nuevos altos cargos europeos que introduce el Tratado de Lisboa, según indicaron fuentes diplomáticas. El bloqueo en la cuestión del presidente de la UE frena también el consenso para la elección del sucesor de Javier Solana al frente de la diplomacia europea, que con el nuevo tratado se convertirá de facto en un ministro europeo de Asuntos Exteriores y Defensa.

A pocas horas del inicio del Consejo Europeo que debe adoptar hoy en Bruselas esos nombramientos clave, la presidencia semestral sueca reconoció que a pesar de las varias rondas de contactos que ha mantenido con los demás líderes no ha logrado el consenso deseado.

"¿Tendremos las dos nuevas figuras de Europa el jueves por la noche? Francamente, no lo sé", confesó el primer ministro sueco y presidente semestral de la UE, Fredrick Reinfeldt. "La cuestión puede resolverse en algunas horas o quizá requerirá toda la noche", añadió Reinfeldt. "Necesito la colaboración de mis colegas para sacar esto adelante durante la próxima noche", subrayó.

FRENTE FRANCO-ALEMAN La cumbre comenzará a las 6 de la tarde y debería concluir a primera hora de la noche. Pero ante la falta de consenso, la presidencia sueca se ha preparado ya para la eventualidad de que pueda continuar el viernes.

Berlín y París apoyan el nombramiento del primer ministro belga, Herman Van Rompuy, que es el candidato con mayor respaldo. Alemania y Francia han acordado mantener una posición unitaria. La negativa del premier británico, Gordon Brown, a renunciar a la candidatura de Blair, pese a su escaso apoyo, ha llevado la situación a un impasse . Londres se ha distinguido en los últimos 15 años por vetar el nombramiento de europeístas al frente de la Comisión, pero esta vez podría ser marginado porque el cargo se puede aprobar por mayoría cualificada.

Como tercer candidato mejor situado está la expresidenta letona Vaira Vike-Freiberga, que cuenta con el respaldo del Este. En función de la figura escogida como presidente de la UE, los Veintisiete eligirán al nuevo ministro de Exteriores, intentando mantener un equilibrio entre conservadores y socialistas, grandes y pequeños, Este y Oeste y entre hombres y mujeres. En principio, el cargo de presidente de la UE debe recaer en un dirigente conservador, porque son mayoría en el Consejo Europeo, mientras que el ministro de Exteriores sería socialista.