Los ministros de Justicia e Interior de los 27 países de la UE expresaron ayer un amplio respaldo al proyecto de penalizar el uso de internet con fines terroristas. La propuesta, elaborada por la Comisión Europea, obligará a cada Estado a fijar sanciones penales por la distribución en internet de propaganda terrorista, el reclutamiento de activistas y la difusión de información sobre cómo usar explosivos, bombas, armas y sustancias tóxicas para realizar atentados. Todas esas actividades quedarán tipificadas como delitos en la UE.

Ante las críticas formuladas por organizaciones de defensa de las libertades, el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, negó que su propuesta restrinja los derechos fundamentales. "Encontrar en una web instrucciones para fabricar una bomba no tiene nada que ver con la libertad de expresión", dijo.