Desafío hasta el último voto. Los sondeos secretos apuntaban ayer a que el resultado final de las elecciones generales, que transcurren desde ayer y hasta las tres de esta tarde, no estaba aún decidido. A pesar de que se presentan 36 partidos diferentes, solo dos tienen posibilidades de dirigir el futuro Gobierno: el conservador Partido de la Libertad (PDL), dirigido por Silvio Berlusconi, y el progresista Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni.

Según las encuestas internas del PD realizadas la víspera de la votación de ayer, cuando los especialistas daban entre un 6% y un 10% de indecisos, Veltroni solo estaba a un punto y medio de Berlusconi en la intención de voto para el Congreso. Un mes atrás la distancia era de entre 8 y 10 puntos. Esta diferencia mínima, que es inferior al grado de error de los sondeos, es un empate que creó ayer expectativas y malhumor en las filas del PD y del PDL, respectivamente, a la vez que una gran prudencia en las declaraciones privadas de todos los políticos. Las declaraciones públicas están prohibidas.

Los mismos sondeos continuaban atribuyendo un probable empate técnico en el Senado, lo que podría convertir en igualmente ingobernable el sistema político del país. En este caso, el presidente de la República debería abrir el paso a fórmulas técnico-institucionales de Gobierno, que propiciasen las reformas mínimas necesarias para volver a las urnas a dos años vista como máximo. A las siete de la tarde de ayer, un 48,9% de los electores ya habían emitido su voto, lo que representa un porcentaje inferior al de los últimos comicios del 2006 (52,2%).

En las últimas horas, las fiscalías de Palermo, Bari y Nápoles abrieron diligencias sobre indicios de actividad de las mafias locales, incluso desde las prisiones, para conseguir votos a favor de sus candidatos.

Veltroni esperará hoy los resultados en su casa de Roma, después de haber viajado durante más de un mes a lo largo de toda la península.

MITIN FINAL Según ha podido saber este diario, Veltroni había concertado la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero para el mitin final del viernes en la plaza del Pueblo de Roma, lo que le habría dado un empujón considerable, pero ese fue el día en el que se llevó a cabo la investidura del presidente español.

Por su parte, Berlusconi ha manifestado su preocupación por las papeletas electorales, cuya gráfica, igual para todos, favorece, según él, a los partidos pequeños. Veltroni subrayaba ayer a sus colaboradores: "Los sondeos públicos no deben ni preocupar ni llenar de alegría, porque no han acertado en ninguna de las tres últimas elecciones".