Los venezolanos acudieron ayer masivamente a las urnas para elegir a sus gobernadores, alcaldes, concejales y legisladores regionales, en unos comicios que representaron un nuevo pulso en torno a la gestión y el futuro del presidente, Hugo Chávez, 10años después de su elección. Esta madrugada, todos aguardaban con ansia los primeros resultados, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) iba a retrasar hasta que tuvieran un "carácter irreversible". Pero, después de depositar su voto en su fiel barriada 23 de enero, el propio gobernante advirtió: "Nadie detendrá la construcción del socialismo bolivariano".

Esta "sociedad que, con elecciones cada año, se ha acostumbrado a la participación" --como dijo Chávez-- se despertó a las 4 de la madrugada al militar toque de diana y los fuegos artificiales con que los chavistas movilizan a sus votantes, y a los demás. Desde esa hora empezaron las colas frente a los 11.300 colegios electorales, que abrieron a las 6 y registraron hasta las 4 de la tarde una afluencia que rompió el abstencionismo de anteriores comicios regionales en medio de un clima de tranquilidad. El único incidente se registró cuando unos desconocidos dispararon contra el camión de un colectivo cultural que también llamaba a ir a votar.

VOTO NO OBLIGATORIO Una de las cinco autoridades del CNE, Sandra Oblitas, resaltó la "cantidad importante de electores" que acudió a los colegios, pese a que el voto no es aquí obligatorio, y atribuyó esa alta participación a una "mayor responsabilidad de la gente" y a que "el pueblo venezolano es consciente del momento que vive el país". Los electores hicieron largas filas provistos de sillas o taburetes, libros o revistas, así como de paraguas que acabaron por servirles de sombrillas. En el bolsillo llevaban las chuletas para reproducirlas en la papeleta oficial. Una vocal de una mesa electoral comentó: "Aquí viene la gente con su chuletica y vota rápido".

Sin los gritos de anteriores ocasiones, algunos escuálidos del este de Caracas hacían sus comentarios: "Este se desinfla y sigue p´abajo, como el precio del petróleo", "Ya basta de robolución y peroratas", "Hay que estar muy mosca con los resultados, porque el déspota intentará maquillarlos". En los barrios pobres del oeste de la capital, detrás de letreros donde se lee "Bienvenido a zona guerrillera", distintos votantes tocados con gorra roja, afirmaban: "Les vamos a dar una renovada paliza electoral", "No vamos a permitir que nos tumben la revolución bolivariana".

DISPARIDAD DE OPINIONES Al votar en Maracaibo, el dirigente hasta ahora emblemático de la oposición, Manuel Rosales, aseguró que los venezolanos iban a decidir "quién tiene la razón" y "quién es el líder". Como algunos candidatos, el aún gobernador del Zulia ratificó la importancia de que la gente saliera a votar por la "reconciliación del país". Otro aspirante a gobernador, el actual alcalde del municipio capitalino de Baruta, Henrique Capriles, insistió en demandar limpieza y equidad: "Cero ventajismos, que se cumpla toda la normativa".

Y un encuestador, Saúl Cabrera, señaló: "Ganará quien sea capaz de mantener o destruir los mitos de su adversario".