Venezuela celebra este domingo unas elecciones municipales que el país ha tomado como un referendo sobre la gestión del presidente, Nicolás Maduro, que fue elegido en los comicios generales del pasado 14 de abril por un estrecho margen de 1,49 puntos porcentuales. Unos 19 millones de ciudadanos están llamados a las urnas para elegir a 337 alcaldes y cerca de 2.500 concejales.

Las elecciones llegan en un plena aplicación de un plan contra la corrupción impulsado por Maduro y que ha incluido, entre otras medidas, la intervención de comercios para fijar a la baja los precios de productos de gran consumo y la amenaza de prisión para aquellos empresarios que especulen con los precios.

El líder de la oposición, Henrique Capriles, ha calificado la votación de "momento histórico" para medir fuerzas tras 14 años de gestión chavista. El Gobierno de Maduro se ha esforzado por actuar contra la estrategia de la oposición de plantear estos comicios como un referendo y ha recordado que los poderes de los ayuntamientos son muy limitados en Venezuela. Maduro, heredero político de Hugo Chávez, se ha esmerado en pedir a sus seguidores que voten por los candidatos chavistas para consolidar la llamada "revolución bolivariana".

Para evitar incidentes, el Ejecutivo ha cerrado sus fronteras y ha distribuido guías entre la población sobre cómo votar. La presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) Tibisay Lucena ha subrayado que son unas elecciones "complicadas" por la cantidad de cargos en juego, aunque ha asegurado que el sistema electoral está blindado y los votantes pueden estar confiados.