Venezuela cerrará el año con una inflación del 475,8%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esos números exorbitantes se empequeñecen frente a las perspectivas. El organismo cuadruplica las cifra para el 2017. En las calles de Caracas o cualquier ciudad, la escalada de los precios tiene algo más que un efecto contable. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros informó que la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) aumentó un 555% en los últimos 12 meses.

Para adquirir los productos que la integran se necesitan 18 salarios mínimos (22.576,73 bolívares, unos 18 dólares en el mercado paralelo). Los precios de las grasas y aceites subieron un 28,1%; cereales y productos derivados, un 18,5%; frutas y hortalizas, un 9,8%; leche, quesos y huevos, un 7,6%; salsa y mayonesa, un 5,6%; granos, un 4,7%; café, un 4,3%; raíces, tubérculos y otros, un 3,9%; azúcar y sal, un 3,2%, y pescados y mariscos, un 3,1%.

El Gobierno atribuye la espiral inflacionaria así como la escasez y el mercado negro a la “guerra económica” que dice enfrentar desde el 2013 y que lo ha llevado a declarar el estado de emergencia. La oposición sostiene que la crisis sin precedentes que azota a la sociedad es resultado de un programa económico descabellado.

La vida cotidiana está atravesada por las restricciones. Siempre hay un estudio a mano que permite medir el alcance de la carencia. El Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA) ha informado que, entre el 2013 y el 2016, ha habido 12 aumentos salariales, con un crecimiento acumulado de 612,57 %. Sin embargo, la cesta básica se ha incrementado en 2.059,28%, es decir 3,4 veces más.

PRECIOS DEL DES-PRECIO

El Observatorio de Precios de San Cristóbal arroja datos más sorprendentes. San Cristóbal es la capital del estado Táchira y se encuentra a 57 kilómetros de la frontera con Colombia. El flujo comercial entre los dos países tiene una mayor influencia económica del lado de la República Bolivariana. En virtud de sus efectos, el Observatorio de Precios presenta cada 15 días un reporte de los montos más extravagantes. Se llama “Los precios del DES-precio”, y se basa en informaciones propias así como las denuncias que realizan los usuarios a través de las diferentes redes sociales.

“Los precios del DES-precio” tiene una lista parecida a los “top ten” musicales. Pero en estos casos, lo que se “canta” es la realidad de la economía diaria. En su último reporte, la posición décima está relacionada con el precio de la bombillo LED. En 48 horas aumentó un 95%. La Harina Pan se ubicó en el noveno lugar. Es un producto estrella de Alimentos Polar, la empresa que el Gobierno convirtió en la “bestia negra”. Del lado de la frontera colombiana, el kilogramo representa un 13% de un día de trabajo. En Venezuela hay que destinarle un 44%. El séptimo puesto se lo ganó esta semana la carne, el garbanzo el sexto, el aceite de canola está en el quinto y el Pan Dulce navideño en el cuarto. La leche infantil subió un 5.575% y por eso se ganó el tercer lugar. El champú marca “Pantene” tuvo un salto del 23.511% en su precio y quedó en el segundo puesto. El podio se lo ganó el enjuague bucal marca Listerine que “apareció” en el mercado al valor de 30,5 dólares mientras que en Colombia hay que pagarlo 4,3 dólares.

A pesar del trasiego, Jesús Faría, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, es optimista. La economía, dijo, presenta una “recuperación tangible”. El año que viene todo será mejor.Alejandro Grisanti, de la consultara Ecolatina, estima que “va a haber una pequeña reducción de la inflación y la escasez”, pero “no por buenas razones”. La razón es que los venezolanos “no tienen cómo comprar y la demanda de muchos productos desaparecerá”.