El Gobierno de Venezuela ordenó el retorno inmediato de su embajador en Perú, Armando Laguna Laguna, y anunció que revisará las relaciones bilaterales con ese país, en respuesta a la decisión de Lima de otorgar asilo político al líder opositor y excandidato presidencial venezolano Manuel Rosales.

De poco valió el deseo expresado por el ministro de Exteriores de Perú, José Antonio García Belaúnde, de que la concesión del asilo a Rosales no afectara negativamente las relaciones con Venezuela. "Es un caso de asilo por razones humanitarias y no tiene por qué alterar una relación entre dos países hermanos", dijo el ministro. Caracas ha interpretado la decisión de Lima como una afrenta pues, según reza un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, "constituye una burla contra el derecho internacional".