La terminología del estamento militar de Estados Unidos cambia a velocidad de vértigo, la misma con la que Irak se hunde en un pozo del que no se vislumbra su fondo. De la "victoria triunfal" de mayo pasamos a un "conflicto de baja intensidad" en los inicios de la posguerra, y a una "lucha cruenta", según admitió el administrador civil Paul Bremer. Una lucha que requiere armamento de alta tecnología y de elevado coste, tanto en dinero como en ´daños colaterales´. Y es que los fantasmas del Líbano o Vietnam ya no están muy lejos.