LA NORMATIVA, aprobada por la Unión Europea (UE), prohíbe la exportación e importación de productos cuya única finalidad sea infligir la pena capital o torturar, según informó ayer la presidencia luxemburguesa. En el marco de la misma iniciativa, la UE contempla que las autoridades de los estados miembros sean quienes evalúen y autoricen la exportación de ese tipo de artículos.