"Aquí no hay forasteros. Conozco a cada uno de cara", dice Yuri, de 31 años, antiguo policía y coordinador del campamento alto de la llamada ciudad naranja : más de 100 tiendas de campaña instaladas en la avenida Kreschatik, en el centro de la capital ucraniana, Kiev, por los partidarios del candidato opositor a la presidencia de Ucrania, Viktor Yuschenko.

Para adentrarse en los dominios de Yuri, natural de la localidad de Chernograd, en Ucrania occidental, hay que pedir un permiso especial y pasar un férreo control. Los habitantes del campamento temen las posibles provocaciones de los emisarios del candidato oficialista y primer ministro prorruso, Viktor Yanukovich. La ciudad de tiendas de campaña, que se halla situada enfrente de la alcaldía de Kiev, está protegida por una empalizada.

Un millar de habitantes

Cuando los primeros voluntarios echaron los cimientos de la ciudad naranja el pasado 21 de noviembre, había sólo ocho tiendas de campaña. Se estima que, actualmente, en el campamento, ubicado a dos pasos de la plaza de la Independencia, que ha sido el centro neurálgico de las protestas de los partidarios de Yuschenko, residen más de 1.000 habitantes.

La vida de los habitantes está controlada por profesionales. Yuri, vestido de uniforme militar, a quien sus compañeros llaman "comandante", ejerció de mercenario de los servicios secretos rusos en la década de los 90. "Yo era francotirador y trabajé en un destacamento de fuerzas especiales del Servicio Federal de Seguridad ruso antiguo KGB", explica.

Campaña en Chechenia

Yuri participó en la primera campaña rusa en Chechenia. "Me di cuenta de que sólo éramos carne de cañón para Rusia. Dimití y volví a mi cuidad natal para convertirme en agente de policía", explica.

Algunos subordinados de Yuri, responsables de seguridad en la ciudad naranja , incluso tienen más experiencia que su comandante. Muchos de ellos participaron en la invasión soviética en Afganistán (1979-1989).

Sus contactos en los servicios secretos rusos permitieron a Yuri averiguar si realmente el Kremlin había enviado fuerzas especiales a Ucrania para apoyar a Yanukovich en caso de posibles disturbios, y cuáles eran sus intenciones, o al menos sus órdenes. "Me enteré de que los destacamentos rusos estaban concentrados en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. Encontré allí a un antiguo compañero de servicio y me aseguró que en cualquier caso no iban a disparar contra la gente", afirma el comandante.

La población de la ciudad naranja es multinacional. Hay activistas de Bielorrusia, Georgia, Moldavia y de otras antiguas repúblicas soviéticas, así como de Polonia e incluso de Alemania. Los estudiantes de distintas zonas de Ucrania conviven con gente mayor que, con estoicismo, aguanta el frío y la escasez de la vida a cielo abierto.

El comandante y sus subordinados confían en que podrán celebrar la Nochevieja juntos, pues esperan recibir un regalo muy especial. "Tenemos información de que la aceptación de Yuschenko como presidente se celebrará el 31 de diciembre, en la plaza de la Independencia de Kiev", aseguró.