Si hay un fracasado oficial del 2010 ese es Guido Westerwelle. Tras 10 años en la presidencia del FDP, el político liberal devolvió en septiembre el poder a su partido y se convirtió en vicecanciller y ministro de Exteriores. Pero el sueño se convirtió en pesadilla. Ninguneado por Merkel y eclipsado por el político predilecto de Alemania, el titular de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, le han salpicado los escándalos de Wikileaks y ya no le apoyan ni los suyos.