WASHINGTON. El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney (foto), se encargó el jueves de presionar al nuevo primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para que el Parlamento apruebe la presencia de 62.000 soldados norteamericanos en suelo turco. Miembro del ´Gabinete de guerra´, el vicepresidente entra y sale del búnker desde los atentados del 11-S, para preservar a la segunda figura política del país. REDACCION