Aseado y sonriente, con uniforme de soldado, en una silla ante una pared blanca imposible de identificar y mostrando un diario palestino del pasado día 14. Así aparece el soldado israelí Gilad Shalit, en manos de Hamás desde hace más de tres años, en el vídeo que emitió ayer la televisión de Israel, después de que las autoridades canjearan la prueba de vida del militar por la liberación de 20 presas palestinas.

"Estoy bien de salud y los muyahidines de las brigadas de Al Qasam el brazo armado de Hamás me tratan bien", dice Shalit, de 23 años, en el vídeo, de dos minutos y 40 segundos. Bien afeitado y con el pelo corto, se le ve lúcido y con buen aspecto, aunque delgado y ojeroso. Hacia el final de la grabación se levanta y anda, para que se vea que no sufre problemas físicos.

Esta es la primera prueba de vida del soldado desde el 25 de junio del 2006, cuando fue capturado por un comando palestino mientras hacía guardia en la frontera de Gaza. Tras una intensa campaña encabezada por su familia para obtener su liberación, Shalit se ha convertido en un símbolo y una piedra de toque del compromiso de Israel con sus soldados. "Parece estar bien y eso nos refuerza a todos en nuestro empeño de lograr que vuelva a casa", declaró el ministro de Defensa, Ehud Barak.

El vídeo fue entregado a las autoridades por mediadores alemanes y una vez autentificadas, las imágenes fueron vistas por la familia del soldado, que autorizó que fueran divulgadas. "Es un primer paso. Para nosotros, empieza una nueva cuenta de sus días de cautividad", dijo Noam Shalit, el padre del joven, quien, sin embargo, se decía "no especialmente" optimista cara a la puesta en libertad de su hijo.

El canje de ayer fue el primer resultado efectivo en las complejas negociaciones entre Israel y Hamás para la liberación del soldado. El movimiento islamista exige a cambio la libertad de cientos de presos palestinos. "Aún queda un largo camino por recorrer", dijo el presidente de Israel, Shimon Peres.