Katrina se ha convertido en un huracán político inagotable para el presidente de Estados Unidos, George Bush. Un vídeo hecho público el miércoles, al cumplirse seis meses del devastador impacto del huracán, el 29 de agosto, demuestra que el presidente fue advertido un día antes de que la monstruosa tormenta podía reventar los diques de Nueva Orleans. Sin embargo, cuatro días después de la catástrofe, Bush se defendió del aluvión de críticas a su lenta respuesta asegurando: "No creo que nadie anticipase la rotura de los diques" que originó la devastadora inundación de la ciudad.

El embarazoso vídeo, difundido por la agencia Associated Press, es una grabación de la videoconferencia mantenida por el presidente el 28 de agosto con su equipo para la gestión de emergencias, desde su rancho de Tejas, donde estaba de vacaciones. Bush no hizo preguntas pero, dirigiéndose a los dirigentes locales de las zonas amenazas por el Katrina , les aseguró: "Estamos totalmente preparados, no sólo para ayudarles durante la tormenta, sino para hacerles llegar cualquier medio a nuestra disposición después de ella".

Las advertencias que recibió fueron específicas. Max Mayfield, director del Centro Nacional de Huracanes, expresó su "preocupación, muy, muy grave", de que los diques de protección de Nueva Orleans sucumbieran al huracán, y advirtió al presidente del "peligro potencial de gran pérdida de vidas" en las zonas costeras. El Katrina causó más de 1.300 muertos.

También Michael Brown, entonces director de la agencia federal de gestión de emergencias (FEMA), expresó su temor a que el Superdome, el estadio deportivo donde se refugiaron miles de vecinos de Nueva Orleans que huían del Katrina , fuese destruido. "No sé si su tejado está diseñado para soportar un huracán de categoría 5", confesó.

"Para responder a este acontecimiento, vamos a necesitar todo lo que podamos reunir, no sólo en el estado y en la región, sino en todo el país", advirtió Brown, quien se convirtió en chivo expiatorio de los errores del Gobierno, y tuvo que presentar su dimisión. "Me alegro de que el vídeo se haya divulgado pues, a pesar de que la prensa y el público en general pensó que yo era un tonto y no sabía lo que estaba haciendo, lo sabía perfectamente", declaró ayer Brown.

SILENCIO OFICIAL Bush, que se encontraba de viaje oficial en la India, no citó el nuevo golpe que le ha propinado el Katrina , al demostrar de forma fehaciente la contradicción entre lo que le advirtieron sus colaboradores y sus declaraciones.

El huracán ya hundió la popularidad de Bush. Las imágenes de los damnificados y la lentitud del Gobierno para ayudarlos, más propias de una nación tercermundista que de una superpotencia, provocó la ira popular. Por eso, ayer la Casa Blanca trató de quitar importancia al vídeo. "Espero que la gente no saque conclusiones sobre el presidente por una sola reunión", dijo su portavoz, Trent Duffy.

Pero el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, se declaró "conmocionado" al ver el vídeo. "En estos momentos, siento como si tuviera un vacío en el estómago", dijo Nagin. "A juzgar por esta grabación, parece que todo el mundo era plenamente consciente" del potencial destructivo del Katrina , exclamó.