La fecha fue cuidadosamente elegida por Dominique de Villepin. Al día siguiente de la celebración del 70º aniversario del llamamiento de Charles de Gaulle a sus compatriotas para unirse a la resistencia, el exprimer ministro conservador lanzó ayer su propio partido, República Solidaria, que presentó como sucesor del "espíritu de unidad" que encarnó el general durante y después de la segunda guerra mundial. Villepin, de 56 años, no precisó si optará a las presidenciales del 2012. Pero la operación es todo un desafío a su mayor enemigo: Nicolas Sarkozy.

DIVISION Pese a su voluntad de situarse por encima de las formaciones clásicas --se reivindica como un movimiento--, el partido de Villepin abre una brecha en la derecha, cuya unión fue una de las bazas de la victoria de Sarkozy en las presidenciales del 2007, frente a la división de la izquierda.

En el acto fundacional del partido, celebrado ayer en París, el exprimer ministro quiso demostrar que la brecha no es tan insignificante como la presenta el Elíseo, en las últimas semanas muy concentrado en cerrar filas con los cargos y dirigentes procedentes del villepinismo. Autoproclamado presidente de República Solidaria, Villepin hizo una demostración de fuerza reuniendo a 3.000 fervientes seguidores.

"Hace un año éramos una decena reunidos en un sótano, hoy somos varios miles", afirmó el líder del nuevo partido, que no tuvo empacho en comparar indirectamente su iniciativa con el llamamiento de De Gaulle para reconquistar la Francia ocupada por los nazis. "Recojamos hoy este estandarte de la justicia republicana, de un sueño que sigue vivo. Francia nos llama".

ABANDONADOS Sin nombrar una sola vez a Nicolas Sarkozy, Villepin descalificó la política del presidente sin compasión. "He ido al encuentro de los franceses, que se sienten abandonados por la República cada vez que uno de sus hijos es menospreciado por no tener el apellido o el color de piel indicados", dijo en referencia a la gira que ha realizado en los últimos meses por toda Francia.

A su juicio, el Gobierno "instrumentaliza el miedo al otro", lo que se traduce en un auge de la extrema derecha. En la presentación de su "hoja de ruta" para "poner a Francia en pie" recordó su famoso discurso del 2003 ante la ONU para rechazar la guerra contra Irak.

Villepin presentó un programa con 10 años de vida que pretende acabar con la "política de condescendencia" en los barrios desfavorecidos y los males económicos de Francia con una receta basada en el aumento de los impuestos. Queda por ver ahora si la receta seduce a los franceses.