Unos 60 institutos de la periferia de París, en el castigado departamento de Seine Saint-Dennis, se han sumado a la huelga iniciada hace dos semanas por un centro por la proliferación de ataques violentos entre alumnos y de los que a veces también son objeto los profesores. La gota que colmó el vaso fueron las heridas de cuchillo recibidas por un estudiante de 14 años. Los enseñantes reclaman más personal para vigilar el recinto. Un joven de 17 años fue agredido con un cúter por seis personas que entraron en el centro.