Unas 20.000 personas se han manifestado este miércoles con motivo de una nueva huelga general por las calles del centro de Atenas, donde algunos participantes se enfrentaron a la policía, que reaccionó con el uso de gases lacrimógenos y efectuó varias detenciones.

Los principales sindicatos del país habían convocado una huelga de 24 horas en protesta contra los recortes en sueldos y pensiones, el aumento de impuestos y los despidos que no logran alejar al país de la posible bancarrota. El paro laboral paralizó los servicios públicos y la actividad económica de la capital helénica, suspendiendo también todos los vuelos internacionales hacia el país y el servicios de ferrocarriles.

Al mediodía se celebraron dos manifestaciones separadas convocadas por los sindicatos mayoritarios, al final de las cuales hubo algunos incidentes violentos cuando parte de los participantes arrojaron piedras y artefactos incendiarios contra las brigadas antidisturbios en los entornos de la céntrica plaza Sintagma. La policía detuvo a varios manifestantes.

Un grupo de personas intentó derribar una valla colocada por la policía que cerraba el paso en torno al Parlamento, a lo que las fuerzas del orden reaccionaron con gases lacrimógenos. Otro incidente ocurrió en las afueras de la rectoría de la Universidad de Atenas, en el centro de la ciudad, cuando unas 500 personas que protestaban contra las reformas en la educación, se enfrentaron a la policía.

Miles de funcionarios desfilaron con pancartas que leían "reserva igual a despidos" en referencia a la reducción del 3% de la plantilla del sector público en los próximos tres meses, empezando con el despido de unos 30.000 funcionarios. Una pancarta del sindicato de funcionaros públicos (ADEDY) decía "No toquen nuestros derechos de un siglo", en alusión a los primeros despidos en el sector público desde hace cien años.

Pese a la gran crisis en el sector comercial, con el cierre de un 20% de las tiendas minoristas en Atenas, los comerciantes del centro capitalino mantuvieron sus negocios abiertos y no se sumaron a la huelga.