Las primeras audiencias públicas de la investigación de la Cámara Baja de Estados Unidos que podrían derivar en un impeachment (juicio político) al presidente Donald Trump comenzaron ayer en medio de una gran expectación mediática, con la presencia de centenares de periodistas y millones de telespectadores siguiendo la vista por televisión. Se trata de las primeras audiencias sobre un juicio político a un presidente estadounidense en 20 años, desde que Bill Clinton (1993-2001) tuviera que responder sobre su relación con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, proceso del que salió absuelto por lo que pudo terminar su mandato.

Los demócratas, que tienen mayoría en la Cámara Baja, han acusado de «traición» a Trump por haber presionado a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigara por corrupción en Ucrania al exvicepresidente Joe Biden, uno de los aspirantes demócratas para las elecciones del 2020.

«Las preguntas presentadas por esta investigación de juicio político son si el presidente Trump intentó explotar la vulnerabilidad del presidente de Ucrania e invitarle a la interferir en nuestras elecciones», dijo Schiff durante su declaración de apertura de las vistas públicas. Y agregó: «Y si lo hizo, hay que preguntarse si tal abuso de su poder es compatible con el cargo de presidencia? La respuesta a estas preguntas afectará no solo al futuro de esta presidencia, sino también el futuro de la presidencia misma».

La primera andanada contra Trump llegó pronto ya que Bill Taylor, diplomático de EEUU de mayor rango en Ucrania, afirmó que el mayor interés de Trump en ese país eran «las investigaciones» al exvicepresidente Joe Biden, uno de los aspirantes demócratas a las elecciones del 2020.

Trump, recibió ayer en la Casa Blanca a su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, como «amigo» en medio de la persistente polémica en Washington por la invasión turca de las zonas controladas por los kurdos en Siria.