La erupción del volcán Kilauea, el más activo de Hawaï, continúa con la aparición de nuevas fisuras que escupen lava y emanaciones tóxicas que han forzado la evacuación de miles de personas, la gran mayoría del área Leilani Estates, de 1.700 habitantes, así como de Lanipuna Gardens, donde la lava expulsada llego a los 70 metros de altura. Los ríos de lava han destruido hasta ahora 26 casas.

Hasta el momento no se ha informado de víctimas mortales o lesiones graves debido a la erupción del volcán, que comenzó a rugir el jueves: "Como agente inmobiliaria, le puedo decir que la gente se muda aquí pensando que esto es el paraíso, y luego se dan cuenta de que es algo diferente", dice Jessica Gauthier, de 47 años, que vende propiedades y administra alquileres para turistas en Big Island. "Es un lugar hermoso para vivir, pero no lo es para los débiles de corazón", añade Gauthier.

UNO DE LOS MÁS ACTIVOS DEL MUNDO

El volcán estuvo un tiempo aparentemente en calma el domingo, lo que permitió que algunas de las casi 2,000 personas que fueron obligadas a abandonar sus casas la semana pasada hayan podido regresar para recoger parte de sus pertenencias. "Este no es el momento de hacer turismo", ha dicho la agencia de defensa civil en las redes sociales, instando a muchos vecinos a alejarse de sus localidades, a al menos 19 kilómetros de distancia respecto al Kilauea.

La parte sureste de la isla fue sacudida por un poderoso terremoto de magnitud 6,9 en el flanco sur del volcán el viernes, el temblor más fuerte desde 1975, y se han pronosticado más terremotos y erupciones, tal vez en los próximos meses. En 48 horas, los expertos han registrado 152 temblores de magnitud 2 y 3 a menos de 5 kilómetros bajo el volcán y 22 seísmos de magnitud 3.

Le Kilauea, de 1.247 metros de altura, es uno de los volcanes más activos del mundo y uno de los cinco activos en Hawaï, un archipiélago constituido por 137 islas en total.