Golpe a Al Qaeda en Irak. Fuerzas del Ejército iraquí y de Estados Unidos abatieron a tiros el domingo a Abdalá Mohamed al Juhari, alias Abú Azam , considerado el número dos del grupo armado que lidera el terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui. Para las autoridades iraquís, Azam era conocido como el emir de Bagdad , responsable de la ola de atentados que ha sufrido la capital y aledaños desde el pasado abril y que ha costado la vida a más de 1.200 personas.

Azam fue localizado en un edificio de apartamentos del oeste de la capital iraquí. Le acompañaba otro hombre. El objetivo de la operación era detener a ambos pero, tras verse acorralados, optaron por atrincherarse y enfrentarse a tiros con las fuerzas de seguridad. Azam murió y su acompañante fue herido.

El grupo de Zarqaui negó ayer que Azam fuera la mano derecha del líder de Al Qaeda en Irak y puso en duda su muerte. Para el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Richard Myers, en cambio, la muerte de Azam "tendrá un impacto", puesto que será sustituido por alguien "menos cualificado".

ENTRE LOS MAS BUSCADOS Azam, al que algunas fuentes le atribuyen un origen palestino y otras, iraquí, formaba parte de la lista de los 29 terroristas más buscados en Irak y por su captura se ofrecía una recompensa de más de 40.000 euros (6,5 millones de pesetas). Antes de hacerse cargo de las operaciones armadas en Bagdad, Azam dirigió en el 2004 a los grupos de Al Qaeda en la provincia de Al Anbar, uno de los principales bastiones de la resistencia suní. Logró escapar del asedio a la ciudad de Faluya en noviembre de ese año, en una de las ofensivas más devastadoras llevadas a cabo por el Ejército de EEUU en el país árabe.

Con el tiempo, Irak se ha convertido en el principal frente de lucha de los combatientes de Al Qaeda. El grupo que lidera Zarqaui es el más letal de los que operan en el país y se ha atribuido los ataques más sangrientos.

El Gobierno de Bagdad asegura que gran parte de los combatientes de Al Qaeda son extranjeros, hombres llegados de varios países musulmanes que se han sumado a la yihad o guerra santa. Azam era uno de los responsables de la infiltración de combatientes extranjeros en Irak.

CRUCE DE ACUSACIONES Washington y Bagdad acusan a Damasco de permitir la entrada de hombres armados a través de la frontera que comparten Siria e Irak. En esa zona se han concentrado en los últimos meses las operaciones militares más importantes de los ejércitos iraquí y estadounidense, como la llevada a cabo en Tel Afar.

La respuesta de Al Qaeda a esta ofensiva fue el atentado que costó la vida a más de 120 trabajadores de confesión shií en Bagdad el 14 de septiembre, el más mortífero desde la invasión angloestadounidense en marzo del 2003. Con los ataques a los shiís, que comparten ahora el poder con los kurdos, Zarqaui busca provocar un enfrentamiento armado entre comunidades que arrastre al país a la guerra civil.

Tanto Washington como Bagdad se afanan en destacar la participación de las fuerzas iraquís en los éxitos militares. Formar un Ejército y una policía iraquí bien preparada y pertrechada es uno de los principales objetivos de la Administración del presidente George Bush, ya que sólo así podrá reducir el número de tropas en Irak. En esta labor participa también la OTAN, que se ha comprometido a entrenar cada año a 1.000 oficiales de la policía iraquí en Irak y a otros 500 en el extranjero. Ayer, el secretario general de la Alianza Atlántica, el general Jaap de Hoop Scheffer, inauguró una academia policial en Bagdad.

En el capítulo de la violencia diaria, nueve policías iraquís murieron ayer en un atentado suicida en Baquba. Las fuerzas de seguridad informaron del hallazgo de 22 cadáveres, maniatados y con heridas de bala, en una zona desértica de Bagdad. En la capital, el asalto a un convoy de vehículos que transportaban prisioneros a la cárcel de Abú Graib causó dos muertos.