El presidente palestino, Yasir Arafat, minimizó ayer las amenazadoras declaraciones del primer ministro israelí, Ariel Sharon, en las que desaconsejaba a cualquier empresa de seguros que expediera una póliza de vida a Arafat. "Yo no estoy preocupado por mí. Yo sólo pienso en nuestro pueblo, en nuestros niños, en nuestras mujeres, en nuestros estudiantes y en nuestros lugares santos", proclamó el rais en Ramala.

Arafat juega a que no le afectan las amenazas de Sharon, entre otras cosas porque la historia de éste y la muerte o deportación del presidente palestino se ha convertido casi en una nueva versión del cuento del pastorcillo que gritaba "que viene el lobo".