Cuatro presuntos miembros de Al Qaeda, sospechosos de haber participado en el atentado de principios de julio contra 13 turistas españoles en Yemen, perdieron ayer la vida en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en la provincia de Marib, el lugar donde tuvo lugar el ataque. Durante la operación, en la que fueron utilizados helicópteros del Ejército yemení, fueron detenidas otras tres personas supuestamente implicadas en la planificación de la explosión.

El anuncio de la operación policial fue realizado de forma solemne por el propio presidente del país, Alí Abdulá Saleh. Más tarde, fuentes de los servicios de seguridad presentaron a uno de los abatidos como Qasem al Raimi, segundo en el organigrama de la organización terrorista en Yemen. La identidad de los restantes supuestos terroristas no trascendió.

Las autoridades de Yemen han venido filtrando noticias "contradictorias" acerca de la autoría del ataque suicida, que costó la vida a ocho turistas españoles, según admitió David Seoane, inspector de la policía científica desplazado al país en los días siguientes al ataque. El 5 de julio, las autoridades yemenís informaron de una redada efectuada en la capital, Saná, y varias localidades de la provincia de Marib en la que fue abatido un egipcio, de nombre Ahmed Basiuni Dueider, de 50 años y de profesión contable, presentado como uno de los cabecillas del comando que organizó el ataque de Marib. Durante la operación fueron detenidos otros dos ciudadanos yemenís.

SUICIDA DE 21 AÑOS Semanas más tarde, las autoridades yemenís identificaron al suicida que embistió su vehículo con el convoy en el que viajaban los turistas españoles. El kamikaze se llamaba Mohamed Abdo Saad Ahmed Rhaiqa, de 21 años, y estaba integrado en una célula terrorista en la que participaban otros ocho yemenís y un ciudadano saudí.