"Pudimos huir del campamento entre explosiones y disparos. La policía y el ejército entraron con camiones y coches a las cinco de la madrugada; hacia las 6.30 comenzó el ataque". Así explicó en conversación telefónica con este diario el cooperante pacense Javier Sopeña Arias, que se encontraba en el campamento Dignidad desde su inicio, cómo comenzó la intervención de las fuerzas marroquíes y cómo pudo escapar él.

Sopeña se encontraba "bien; el cuerpo se va arreglando poco a poco después del ataque de la mañana. Hemos podido llegar a El Aaiún y vamos de casa en casa para evitar que la policía nos detenga, para poder reorganizarnos y seguir informando", dijo. La información de los activistas es la única que sale de la zona, dado que no se permite la entrada a periodistas. "Estuve en primera línea de la batalla, los extranjeros intentamos gravarlo pero perdimos el material de grabación y ahora solo nos queda una cámara y una tarjeta de memoria", explicó, "yo me dediqué a un par de frentes, hasta que perdí el material.

El enfrentamiento fue muy duro, dice, "el ejército y la policía fueron tomando el campamento pero los saharauis no cedían sin luchar palmo a palmo". El ejército y la policía "usaban cañones de agua, porras, gases lacrimógenos, pero los saharauis les hicieron frente con palos, piedras y machetes. Y cuando comenzaron a quemar el campamento, les arrojaron bombonas de gas como explosivos".

Sobre si las fuerzas marroquíes utilizaron fuego real, dijo que no podía precisarlo. El pudo salir del campamento y pudo llegar caminando a El Aaiún. Allí "vimos explosiones, barricadas, disparos, enfrentamientos, había dado comienzo una intifada", dijo. Ayer, Sopeña permaneció escondido, como "todos los compañeros, tuvimos que separarnos e ir a distintos lugares sin poder comunicarnos en persona, solo por teléfono y sin decir nunca dónde estamos, por seguridad". De hecho, Silvia, su novia, estaba en otra casa, todos protegidos por saharuis como Kalil y Mahayu, que transmitieron mensajes del activista.

El joven pacense contó cómo antes de empezar "el ataque", apareció un "helicóptero marroquí dando el aviso para que abandonáramos el campamento". Kalil señaló que "los que pudimos, sacamos en coche a ancianos, mujeres y niños. En ese momento vi a Javier que grababa en vídeo lo que pasaba. Estaba en el campamento desde el principio. Luego no lo vi más".

Carrera compareció con el decano del colegio, Luis Márquez; la directora del ODH, Rosalía Perera; y la observadora Matilde Parejo, para, como hizo Sahara Occidental, "exigir que la ONU, Europa y España reclamen que se cumpla el derecho internacional en el Sahara".