Silicon Valley sigue dando pasos para tratar de frenar la propagación de desinformación y discurso de odio que le han convertido en diana de críticas y ha contribuido a intensificar el escrutinio de autoridades y reguladores en Washington, aunque también le coloca de nuevo en el centro de una lucha entre progresistas y conservadores. Poco más de un mes después de que Facebook anunciara que vetaba de su red y de subsidiarias como Instagram todo contenido explícito de alabanza, apoyo y representación de nacionalismo y separatismo blanco YouTube, propiedad de Google, ha dado un paso similar este miércoles.

El canal, con 1,800 millones de usuarios diarios, ha anunciado en un post en su blog oficial que eliminará miles de vídeos y canales que abogan por ideas neonazis, supremacistas blancas y otros mensajes de odio. La política profundiza en la que ya prohibía desde hace tiempo vídeos que promocionaran violencia u odio por cuestiones de edad, creencias religiosas, género, estatus migratorio u orientación sexual.

Específicamente, la nueva política detalla que YouTube vetará vídeos que "aseguren que un grupo es superior para justificar discriminación, segregación o exclusión", productos que hasta ahora solo eran castigados eliminándolos de las recomendaciones por algoritmos y no permitiendo en ellos publicidad, medidas insuficientes que está comprobado que no impedían su propagación. También se eliminará contenido que niegue hechos violentos reales como el Holocausto o la matanza en la escuela de Sandy Hook. Y se considerará también protegidos a los miembros de castas en la India que son víctimas sistemáticas de discriminación.

CRÍTICAS CONSERVADORAS

El paso dado por YouTube promete intensificar las críticas desde los sectores más conservadores, que aseguran que los gigantes de Silicon Valley están escorados hacia la izquierda y discriminan o hasta censuran sus contenidos y denuncian lo que ven como límites a la libertad de expresión. Sin embargo, se anuncia también precisamente tras la última tormenta por la permisividad de YouTube con contenido racista y homófobo.

La semana pasada Carlos Maza, un reportero latino y gay de la web 'Vox', colgó en Twitter un vídeo en el que recopilaba años de insultos racistas y homófobos que había lanzado en YouTube Steven Crowder, un popular comentarista y cómico de derechas.

Aunque YouTube anunció que estudiaría los vídeos, el martes por la noche anunció que había determinado que los mantendría porque, según ellos, no violan sus políticas. "Como plataforma abierta es crucial para nosotros permitir a todo el mundo expresar sus opiniones dentro del alcance de nuestras políticas", explicó la compañía en un comunicado duramente criticado. "Las opiniones pueden ser profundamente ofensivas pero si no violan nuestras políticas se mantendrán en nuestra web".