Los directivos de Yukos, la mayor petrolera rusa, nombraron ayer a Simon Kukes, ciudadano estadounidense de origen soviético, presidente de la junta directiva de la compañía para suceder al magnate Mijail Jodorkovski, que dimitió el pasado lunes desde la cárcel.

El consejo de directores también recomendó al empresario estadounidense Yuri Beilin para el cargo de vicepresidente y acordó una lista de otros cinco candidatos para la nueva junta directiva de Yukos, según un portavoz de la petrolera. El nombramiento de Kukes, que deberá confirmar la junta extraordinaria de accionistas convocada para el próximo día 28, es un intento de mantener a flote la petrolera, que ha perdido más de 15.000 millones de euros en los últimos 11 días.

CRISIS POLITICA

El encarcelamiento de Jodorkovski, seguido del embargo de las acciones de Yukos, provocó una crisis política en Rusia y desplomes en la bolsa. El magnate más rico de Rusia está acusado por la Fiscalía General de Rusia de fraude y evasión de impuestos.

En sus primeras declaraciones como presidente, Kukes afirmó que su principal objetivo será "mantener la continuidad", evitando grandes cambios en la política de la empresa. "No está previsto ningún cambio en el comportamiento de la compañía, porque se está comportando bien. Mantendremos todos nuestros compromisos ante los accionistas", dijo en rueda de prensa.

Según Kukes, la empresa superará en tres o cuatro meses la crisis provocada por la detención de Jodorkovski. El nuevo presidente afirmó también que la fusión entre Yukos y la petrolera rusa Sibneft "se llevará a término tal como estaba previsto". Uno de los objetivos de Kukes será activar los planes de "internacionalización" del grupo mediante la asociación estratégica con ExxonMobil, una de las grandes petroleras estadounidenses.