El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aceptado la invitación del presidente de Cuba, Raúl Castro, para visitar la isla con el objetivo de reforzar aún más la buena relación política y económica existente entre ambos países.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha anunciado la disposición de Zapatero a viajar a La Habana en 2009 en respuesta al ofrecimiento que le ha hecho el canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, durante su visita oficial a Madrid.

Fuentes de Moncloa han precisado que aún "no hay fecha" para este eventual viaje. La visita de Zapatero sería la primera de carácter oficial que haría un presidente del Gobierno español desde 1986, cuando lo hizo Felipe González.

José María Aznar estuvo en La Habana en noviembre de 1999 para asistir a la IX Cumbre Iberoamericana junto a los Reyes, para quienes también fue su primer viaje a este país.

La presencia de Pérez Roque en Madrid ha reafirmado la sintonía y la amistad entre ambos Gobiernos, después del pacto de diálogo sobre todas las cuestiones, incluidos los presos y los derechos humanos, sellado en abril de 2007, cuando Moratinos estuvo en La Habana.

El canciller cubano ha sido recibido esta tarde por Don Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela y, antes de su reunión con Moratinos, se entrevistó con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en el Palacio de la Moncloa.

Moratinos ha abogado por seguir apostando por "el diálogo, la confianza y el compromiso" como la mejor manera de avanzar juntos. El ministro ha considerado que hay un proceso de cambios en Cuba y que esta mejoría se ha visto reflejada en el descenso del "número de presos en situación difícil" que había en la isla.

Los ministros han acordado además que la tercera reunión del mecanismo sobre derechos humanos sea en la segunda mitad de enero de 2009. Pérez Roque ha valorado el diálogo "respetuoso" con el Ejecutivo español, al que ha atribuido un papel decisivo para reanudar la interlocución con la UE, después del levantamiento de las sanciones diplomáticas impuestas en 2003.

El canciller cubano se reunirá el próximo jueves en París con la presidencia francesa de la UE y la Comisión Europea para formalizar la nueva etapa. Ha dejado claro que el régimen castrista no hará reformas que se salgan del marco de la revolución y del socialismo. Según Pérez Roque, "nadie debe hacerse ilusiones" de que Cuba va a "desertar" en su meta de construir una sociedad "justa, incluyente y cada vez más democrática y abierta".

Ha añadido que la actual crisis financiera ha reforzado la tesis castrista de "no copiar" el modelo de capitalismo. "Dios nos libre de intentar hacer en Cuba el sistema dictado de Wall Street. No queremos imitar. Reconocemos el derecho de cada país a hacer lo que considere. Reclamamos igual respeto para nosotros", ha señalado.

Pérez Roque ha proseguido: "No nos gusta un sistema donde se corre, incluso, el fin de semana para salvar a los banqueros, pero no se corre a salvar a los hambrientos y a los pobres".

No ha hecho mención a la posibilidad de que haya liberaciones de disidentes en próximas fechas y se ha limitado a dejar claro que en la isla "no hay nadie preso por pensar distinto".

En materia de cooperación, Moratinos ha ofrecido a Cuba un plan de ayuda de 24,5 millones de euros para reconstruir las zonas dañadas por el paso de los huracanes "Ike" y "Gustav".

Este programa tendrá una vigencia de dos años y se destinará principalmente a recuperar viviendas, explotaciones agrícolas e infraestructuras básicas. El Gobierno ha aceptado además renegociar la deuda comercial que La Habana tiene con España -1.700 millones de euros a comienzos de 2007- para favorecer el proceso de reformas y las inversiones en la isla.

También ha accedido a la solicitud cubana de lograr una línea de créditos a corto plazo, por valor de entre 50 y 100 millones de euros, para hacer frente a las necesidades más apremiantes que tiene el país caribeño.