José Luis Rodríguez Zapatero apostó ayer por la vía política y diplomática para superar la crisis por la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. El presidente del Gobierno calificó la situación de "problema puntual" y afirmó que "en absoluto" afectará la ayuda al desarrollo que España concede al país andino.

Zapatero llamó al diálogo en los 180 días de plazo que ha dado el Gobierno boliviano a las compañías extranjeras para adaptarse a la nueva legislación. "Vamos a hablar, que es lo que hay que hacer", remarcó.

DELEGACION A LA PAZ Zapatero hizo estas afirmaciones tras recibir, la noche del martes, una llamada telefónica del presidente venezolano, Hugo Chávez, principal aliado de Morales, quien le indicó que conocía de antemano la medida de nacionalización y le dijo que había "posibilidades para llegar a un acuerdo".

Horas después, el presidente boliviano mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en la que acordaron que una delegación "política y técnica" española viaje en los "próximos días" a Bolivia para analizar la situación.

Respecto a la estrategia de negociación, Zapatero dijo que "lo primero" será escuchar la oferta que hará el Gobierno boliviano a Repsol YPF, para conocer así "cuál es la condición de socio" de que se habla en el decreto de nacionalización. El presidente consideró "previsible" un encuentro con Morales en el marco de la cumbre UE-América Latina, la próxima semana en Viena.

Zapatero admitió que la decisión del Gobierno boliviano estaba en el programa electoral de Morales y que la Moncloa era "consciente" de ello. "Otra cosa es el momento o la característica en que se iba a hacer la nacionalización", dijo. Y negó que se trate de un "varapalo" a España, como dijo el martes el líder del PP, Mariano Rajoy. Las acciones de Repsol YPF han caído en dos días en la bolsa de Madrid un 1,94%.

REPRESALIAS Al ser preguntado por las posibles represalias contra Bolivia, Zapatero garantizó el mantenimiento de las ayudas oficiales al desarrollo. "La gente que necesita educación y salidas va a tener siempre a España al lado, más allá del conflicto", dijo. El martes, Exteriores convocó al encargado de negocios de la embajada boliviana, Alvaro del Pozo, y le avisó de las "consecuencias" que el decreto de nacionalización podía tener en las relaciones bilaterales.