El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a demostrar ayer su espíritu onuista ante los jefes de Estado y de Gobierno que participaron en la cumbre de la OTAN. En su discurso, el líder socialista defendió la labor de la Alianza Atlántica y abogó por vincularla a la ONU para mantener la seguridad, la democracia y la paz.

Zapatero pidió que se deje de mirar al pasado, en referencia a las presiones y los recelos de EEUU y Rusia en el proceso de ampliación, y se mire al futuro, a un mundo "sin bloques" y con nuevas amenazas y desafíos. "Si las circunstancias son distintas, apliquemos un trabajo distinto", declaró Zapatero en su intervención, de 10 minutos de duración.

El presidente defendió la entrada de Albania y Croacia en la OTAN y apoyó el veto de Grecia a Macedonia por la controversia del nombre. En cuanto a la adhesión de Ucrania y Georgia, Zapatero manifestó que España defiende una política de "puertas abiertas" siempre que los nuevos países estén preparados para la integración total en la Alianza.

ABANDONO DE LA REUNION En cuanto a Afganistán y a la petición de tropas por parte de EEUU, confirmó el compromiso con la estabilidad del país, donde hay 778 soldados españoles. El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aseguró que ni George Bush ni Condoleezza Rice habían pedido al Gobierno durante la cumbre un incremento de tropas, descartado oficialmente por ahora.

Precisamente, Zapatero participó por la tarde en la reunión monográfica sobre Afganistán, un encuentro que abandonó en la media parte para volar a Madrid, donde hoy acudirá a la audiencia con el Rey cara a la investidura. El presidente partió de Bucarest sin que se hubiera producido la anunciada --por él mismo-- reunión con Bush.