José Luis Rodríguez Zapatero inició ayer su participación en su primera Cumbre Iberoamericana dejando claro que su Gobierno apuesta por la "democracia social". El presidente llamó a los jefes de Estado y de Gobierno de los 21 países participantes a incluir las "políticas sociales" entre sus preferencias, porque "es lo que esperan los ciudadanos". Eliminar "la violencia allá donde se produzca" y "erradicar la pobreza" son los objetivos que, para España, deben guiar la cita.

El presidente español aprovechó la circunstancia de que se celebre en Costa Rica para destacar que este país es "un ejemplo" de que "la paz y la democracia" conducen "al progreso". En una breve alocución al pie del avión, Zapatero destacó la necesidad de que Iberoamérica supere la política de las dos últimas décadas y que se basa en el Consenso de Washington, una receta económica liberal diseñada por EEUU y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que aplicó con convicción el Gobierno de Aznar y que "no ha logrado buenos resultados", según Zapatero.

El giro progresista es el principal mensaje que quiere dar España en esta cumbre. El Gobierno trata de exportar a Iberoamérica el cambio político producido en España. "Sin políticas sociales, no hay estabilidad ni desarrollo económico", dijo el presidente en una región que tiene un 45% de pobres, más de 220 millones de ciudadanos.

DEUDA EXTERNA España aporta a esta cumbre, centrada en la educación, la propuesta de canjear deuda externa por programas educativos. Una idea aceptada con satisfacción por todos.

Los 21 aprobaron incorporar al Principado de Andorra al sistema de cumbres iberoamericanas. Su primera participación se producirá en el cónclave que se celebrará en Salamanca en el 2005. El Gobierno quiere que ese encuentro marque un punto de inflexión en el "relanzamiento" de estas cumbres.

La ausencia de Hugo Chávez a raíz del atentado en Venezuela elevó a siete el número de países que no envían a la cumbre a sus jefes de Estado o de Gobierno. A pesar de ser el encuentro con más ausencias de los 14 que se han celebrado, los 21 países acordaron crear la secretaría general que se propuso en el 2002 y que dará continuidad y contenido político a los acuerdos. El 85% del coste de ese organismo corre a cargo de España.

La cumbre acordó ayer la Declaración de San José , que incluye, a propuesta de Cuba, un párrafo contra el terrorismo y que generó tensiones en la reunión de cancilleres. Cuba pretendía una condena al indulto otorgado en Panamá a cuatro anticastristas a los que Fidel Castro acusa de intentar asesinarle. Tras terciar España, se consensuó un texto genérico que condena el terrorismo sin mencionar el indulto.

POLEMICA Por otra parte, el Ministerio de Exteriores español calificó de "difícil" la reunión mantenida entre Miguel Angel Moratinos y su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque. La dureza de las declaraciones realizadas la víspera por Zapatero, que exigió "cambios rápidos y profundos" al régimen, tornó en muy tenso el encuentro de los cancilleres. Pérez Roque ni siquiera agradeció a España que promueva en la UE la eliminación de la práctica de invitar a los disidentes cubanos a las fiestas diplomáticas.