José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer su intervención ante los jefes de Gobierno para presentar la candidatura de Barcelona como sede del secretariado del Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo. Malta y Túnez también están interesados en cobijar la principal institución de la iniciativa euromediterránea, aunque ninguno de estos dos países dio ayer el paso adelante.

"Barcelona tiene la simpatía mayoritaria, incluso más apoyo del que cabía esperar", declaró el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que también hizo campaña entre sus homólogos de las dos orillas. Serán precisamente los jefes de las diplomacias los que tomen la decisión en noviembre en la primera cumbre ministerial del Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo.

EL ORIGEN DEL NOMBRE Este nombre tan farragoso seguirá hasta entonces como mínimo, aunque el ministro Moratinos reconoció que no le importaría que la palabra Barcelona desapareciese. "Se llamó Proceso porque en 1995 éramos conscientes de las dificultades que tendríamos para iniciar esa política euromediterránea, pero se han logrado los objetivos: crear las instituciones necesarias y diseñar proyectos concretos", afirmó. Fuentes de Exteriores reconocen que el Gobierno está dispuesto a no dar esa batalla si la capital catalana acoge la sede euromediterránea.