José Luis Rodríguez Zapatero ofreció ayer a la comunidad internacional su receta para combatir el terrorismo, por considerar que es aplicable y beneficiosa para la convivencia mundial. El presidente del Gobierno dijo que la "vía de la libertad" que aplica España debe prevalecer sobre la "vía del miedo", y pidió "no tener miedo a plantear debates abiertos, discutiendo las cuestiones más polémicas" en la lucha contra el terror.

Zapatero hizo estas afirmaciones en el Consejo de Relaciones Exteriores, uno de los más influyentes centros de ideas de EEUU, que reúne a élite liberal de Nueva York. El jefe del Ejecutivo consideró un "error" convertir la lucha contra el terrorismo en la "prioridad internacional única", relegando la lucha "contra el hambre y la miseria y la defensa del medioambiente".

TRANSPARENCIA En una intervención que choca de frente con la política unilateralista de George Bush, Zapatero argumentó que tras los atentados del 11-M, su Gobierno, en lugar de restringir derechos y libertades, lo amplió a mujeres, homosexuales y jóvenes. Además, dijo, se aportó "más libertad y transparencia" en los medios de comunicación y en la vida parlamentaria.

Estableciendo un claro paralelismo con la reacción de EEUU ante el 11-S, el presidente sentenció que la vía que se tome en la lucha terrorista, la de la libertad o la del miedo, depende de las respuestas que se proporcionen a dos preguntas. La primera es si para defender la democracia y el Estado de derecho se puede "poner en cuestión los valores que se defienden y vulnerar las garantías que los inspiran". En la memoria estaban las violaciones de derechos en las prisiones de Guantánamo y Abú Graib.

CLIMA POLITICO La segunda pregunta la dirigió hacia Irak: "¿Es operativo el recurso sistemático a la fuerza militar para proteger a nuestros ciudadanos, o puede ser contraproducente a largo plazo para la erradicación del terrorismo, en la medida en que contribuya a empeorar el clima político internacional?". "El futuro nos juzgará por la respuesta que sepamos dar a este doble dilema", apostilló.

En su receta, Zapatero apostó por un "consenso político y estratégico" y subrayó que el ámbito para lograrlo debe ser la ONU. También expresó su apoyo "sin ambages" a la estrategia antiterrorista de su secretario general, Kofi Annan. Alegó que para derrotar a los violentos "no basta con ganar algunas batallas", sino que es preciso entender "las condiciones que generan el extremismo y su transformación en estrategia del terror".