El Gobierno español no ocultó ayer su satisfacción tras conocer la liberación de varios disidentes cubanos, y singularmente la del periodista y poeta Raúl Rivero. En Cuenca, donde celebró una cumbre bilateral con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su "felicidad" por las excarcelaciones, mientras el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, revelaba que España negocia más liberaciones.

En los últimos días el acercamiento al régimen de Fidel Castro ha dado al Gobierno español algún jarro de agua fría, pero también calurosas muestras de complicidad. Tras la sorpresa de la semana pasada, cuando La Habana anunció de forma unilateral la reapertura de los contactos oficiales con la embajada de España y no con las del resto de la UE, la excarcelación de Rivero y otros dirigentes anticastristas da argumentos a Moratinos para negociar la flexibilidad de las sanciones políticas que la UE puso a Cuba en el 2003.

POSTURA DEL PRESIDENTE Pero ayer, en presencia de Berlusconi, Zapatero no quiso reiterar su apuesta por la revisión de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba. El presidente español sólo expresó su "satisfacción" por la liberación de los disidentes.