El nuevo presidente permanente de la Unión Europea, el belga Herman van Rompuy, está contento de estrenarse con José Luis Rodríguez Zapatero como líder rotatorio de los Veintisiete y ayer lo dejó claro en Madrid. "Me alegro de ir de la mano de un europeísta como usted", le dijo en la Moncloa. Van Rompuy no quiere ni imaginar qué habría sido si el azar burocrático europeo hubiera hecho coincidir su debut con un dirigente como Nicolas Sarkozy o algún euro- escéptico de esos que corren por el este de Europa. A dos semanas de que se inicie la presidencia española de turno, Zapatero se puso a su disposición y le dio su apoyo para que asiente y conquiste cuanto antes las cuotas de poder que le concede su cargo.

Van Rompuy pisó ayer --por primera vez en su vida-- Madrid para reunirse con Zapatero y acabar de dejar claro el reparto de papeles en este periodo que la UE empezará el 1 de enero, con dos figuras clave al frente: el presidente permanente y la alta representante de política exterior, la británica Catherine Ashton.

El Tratado de Lisboa da al presidente permanente unos poderes que ensombrecerán inevitablemente la figura del líder rotatorio, que se convertirá a partir de ahora en un gestor de los asuntos europeos. Como está estipulado, Van Rompuy presidirá los Consejos Europeos de Bruselas, las reuniones de los 27 jefes de Estado y de Gobierno que se suelen convocar unas cuatro veces al año y en las que hasta ahora el papel preponderante recaía en el presidente rotatorio.

´COPRESIDENTES´ EN ESPAÑA Van Rompuy se ha mostrado, en cambio, partidario de compartir "visibilidad" con Zapatero en las cumbres bilaterales de la UE que se celebren en España: entre otras, con EEUU, México y la que bianualmente se hace con los países de América Latina y el Caribe. Según fuentes de la Moncloa, en la cita con Barack Obama --prevista para mayo en Madrid-- Zapatero participará en las conversaciones entre Van Rompuy, el líder estadounidense y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

En cambio, según fuentes diplomáticas, el presidente español ha preferido no presionar al político belga para estar presente en las reuniones que la UE celebrará en Bruselas con terceros países, en este caso con Pakistán y Canadá. Y en manos de Van Rompuy ha dejado también la decisión de si quiere que le acompañe a las bilaterales con Rusia y con Japón.

Para acabar de pulir el funcionamiento de esta cohabitación, Zapatero y el dirigente belga acordaron crear una célula de coordinación, en la que también se sumarán representantes de Ashton y Durao Barroso.

El Gobierno apura los últimos días para organizar las primeras citas europeas que comandará. El 8 de enero, el semestre español se inaugurará oficialmente con una gala de danza clásica y flamenca con Tamara Rojo y María Pagés como protagonistas, a la que acudirán la plana mayor europea y los Reyes.

El Monarca recibió ayer a Van Rompuy en la Zarzuela, un encuentro puramente institucional en el que ambos pudieron hablar de los retos que la Unión Europea tiene ante sí.

AGRESION A BERLUSCONI En la comparecencia ante los medios de comunicación por la mañana, Zapatero y Van Rompuy censuraron la agresión sufrida el pasado domingo por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. El presidente español abogó por ser "firmes y tajantes" a la hora de condenar esta "vergonzosa" agresión y le deseó una "pronta recuperación".