A las fuerzas de seguridad iraquís se les escapó de las manos, por error, Abú Musab al Zarqaui. Lo detuvieron hace un año, en Faluya, junto a otros sospechosos, pero poco después lo dejaron en libertad. Al parecer, los que lo interrogaron no fueron capaces de darse cuenta de que tenían frente a ellos al terrorista jordano, el hombre más buscado en Irak. Así lo explicó el viceministro de Interior iraquí, el general Husein Kamel, en una entrevista realizada el miércoles pasado, pero emitida ayer por un canal de televisión libanés.

"Cuando lo detuvieron iba desarmado. Parecía un sospechoso cualquiera. Le interrogaron brevemente y le dejaron en libertad", dijo Kamel. Aunque el viceministro no reveló la fecha de la supuesta detención, fue en noviembre del año pasado cuando las tropas de EEUU lanzaron una devastadora ofensiva contra la ciudad de Faluya, situada a 50 kilómetros al norte de Bagdad, controlada por los insurgentes.

ESCEPTICISMO DE EEUU El Pentágono, sin embargo, se mostró escéptico frente a la información sobre Zarqaui. "Es un rumor que ya conocíamos el año pasado, pero que nunca pudo ser confirmado", dijo Bryan Whitman, portavoz del Ministerio de Defensa de EEUU.

Entretanto, los grupos armados que operan en Irak anunciaron ayer que, tras la tregua de la jornada electoral del jueves, reanudarán sus ataques contra las tropas estadounidenses y "sus aliados iraquís", según informó la agencia Reuters.

Fuentes estadounidenses informaron de que un soldado iraquí y cuatro niños que jugaban al fútbol en una calle de Parwana (oeste del país) murieron al caer un proyectil de mortero.

Ayer continuó el laborioso escrutinio de los votos de las legislativas en las que, según estimaciones de la comisión electoral, el índice de participación fue del 70%, una cifra muy superior a la que se registró en las elecciones parlamentarias de enero.