El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que ratificó hoy que mañana, domingo, regresará a Tegucigalpa junto a "varios presidentes", pidió a sus seguidores que lo vayan a recibir sin armas y a quienes lo derrocaron les advirtió que "están rodeados".

"Nos vamos a presentar en el aeropuerto en Tegucigalpa con varios presidentes, varios miembros de comunidades internacionales. Este domingo estaremos en Tegucigalpa abrazándolos, acompañándolos para hacer valer lo que tanto hemos defendido en nuestra vida que es la voluntad de Dios a través de la voluntad del pueblo", dijo en una alocución transmitida por la emisora interestatal Telesur.

Tras recordar cómo fue sacado de su país el pasado domingo por los militares, Zelaya dijo que éstos "hoy se han prestado y están en complicidad con la elite voraz que exprime y asfixia a nuestro pueblo", y forman parte de "un zarpazo" que "ha puesto en evidencia ante el mundo que en Honduras todavía hay una especie de barbarie".

"Ésta es una gran oportunidad para demostrarle al mundo que los hondureños somos capaces de afrontar estos problemas y de salir adelante a pesar de esta secta criminal que hoy pretende apropiarse de los destinos de nuestra nación", añadió.

A los militares los llamó "golpistas traidores" y los exhortó a "rectificar en el menor tiempo posible" y que "están rodeados", y que "tendrán que rendir cuenta por el genocidio que están cometiendo".

Sobre su regreso, insistió en que será el del presidente elegido por el pueblo y remarcó que sus seguidores no deben llevar armas sino "que practiquen lo que yo siempre he predicado: la no violencia".