España produce al año 194.000 toneladas de jamones, según datos de 1999. No obstante, apenas se exportan 12.134 toneladas frente a las más de 40.000 toneladas que Italia exporta desde hace ya décadas a todo el mundo. No hay duda de que el mercado exterior es el principal objetivo de los elaborados cárnicos españoles.

España es el mayor productor de jamones curados del mundo, con un consumo por habitante y año de 4 kilogramos de jamón. Esto revela que a la vez que se tratan de abrir nuevos mercados en el exterior, debe seguirse apostando por la curva de la demanda interna en un momento en el que el consumo de jamón cada vez se realiza en los restaurantes y menos en el hogar.

De la misma manera, la producción de jamones se concentra en muchas ocasiones en zonas rurales.

El sector se convierte en una alternativa al desarrollo rural por la gran cantidad de empresas que en los pueblos españoles trabajan por combinar su buen hacer con la procedencia de la materia prima, con la consiguiente creación de riqueza.

Por todo lo anterior, junto con el creciente desarrollo del sector, se impone la necesidad de concienciar a todas las empresas implicadas de las grandes posibilidades de mercado que tiene el producto. Para ello deberán comenzar las acciones pertinentes como las del impulso de la promoción y las tendentes a facilitar aquellas que lo den a conocer, ya que aún es muy reducido el número de consumidores extranjeros que conocen el jamón.

Uno de los problemas que siempre se han planteado a la hora de hacer frente a la apertura de nuevos mercados es la heterogeneidad que presenta el producto en lo referente a la calidad. Para salvar esta situación se han establecidos medidas como la Especialidad Tradicional Garantizada del Jamón Serrano, que ya está aprobada por la Unión Europea, o la propia Norma de Calidad para el Jamón Ibérico.

El jamón es un producto ancestral que tiene una gran importancia económica, social y técnica en una región como Extremadura, donde tienen un gran arraigo y en donde se desarrollan grandes iniciativas a escala empresarial de producción y comercialización. En Extremadura existen investigadores de reconocido prestigio y que colaboran estrechamente con la industria y las administraciones públicas. Goza del favor de los consumidores, que lo consideran una joya gastronómica, especialmente si se trata de ibérico.

PRODUCTO EMBLEMATICO

Cuando las Administraciones diseñan las políticas de Promoción Agroalimentaria tienen en cuenta el papel del jamón como producto emblemático y aglutinador del sector porcino y otros sectores alimentarios.

El jamón se interrelaciona con los productos mediterráneos como el aceite de oliva o el vino contribuyendo a formar una oferta alimentaria atractiva para los consumidores. El hecho de que sea un producto con elevadas características nutricionales reafirma sus posibilidades comerciales y de promoción.