Salvatierra de los Barros es un municipio pacense de unos 1.800 habitantes. Podría ser uno cualquiera, otro de los muchos pueblos extremeños rodeados de encinas y alcornoques. Pero, desde ayer, a Salvatierra le pertenece un trozo de medalla olímpica; una porción de la plata que ayer conquistó la taekwondista Brigitte Yagüe en el tatami londinense.

Lola, salvaterrense de nacimiento, es la madre de la triunfadora. Se fue a Mallorca, donde nació Brigitte, hace ya mucho tiempo, por lo que la subcampeona olímpica no creció en Extremadura. Aun así, la familia siempre aprovechaba las vacaciones para volver al pueblo. En una relajada entrevista en El sol sale por el oeste , de Canal Extremadura Radio, ambas, madre e hija, comentaron risueñas las impresiones posteriores a ese botín, la medalla que se trae para España.

Dice Brigitte que no lo ha tenido fácil, que ha superado muchos obstáculos. En Atenas, donde partía como favorita hace ya ocho años, no pudo cumplir las expectativas y sucumbió en el primer combate. La cita de Pekín se la perdió por una inoportuna lesión en la mano. Llegaba Londres, y la mallorquina encaraba una nueva oportunidad de hacer historia. A la tercera fue la vencida.

"Salí un poco triste por la final que hice, pero es que la china no me dejó hacer un buen combate". Brigitte es exigente, pero quizás por eso sea una de las mejores taekwondistas que ha dado España. Es tricampeona mundial, tetracampeona europea y, desde ayer, subcampeona olímpica. Sabe reconocer que el mérito no es solo suyo.

El miércoles le acompañaba Juan Antonio Ramos, su marido. Gritaba y le daba todos los ánimos posibles. Incluso se le vio llorar cuando Brigitte remontó de forma espectacular un combate que tenía perdido para meterse en la final. Su plata supuso una venganza, un logro que a Ramos se le escapó por muy poco. Perdió dos semifinales olímpicas y sus posteriores combates por conseguir el bronce.

Por eso se acordó Brigitte ayer de él en lo que fue un detalle a remarcar de la mallorquina. Salió a recibir a la prensa con una camiseta que rezaba: "Gracias a todos por ayudarme a cumplir un sueño, en especial a ti". Su madre lo reconoce. "Todos la hemos apoyado mucho, en particular su marido. Una medalla de plata no la consigue cualquiera".

Recuerdos de Salvatierra

"La verdad es que no me acuerdo mucho de Salvatierra. Era muy pequeña." comenta Brigitte en el Canal Extremadura. Lola afirma que venían mucho cuando la taekwondista era más pequeña, pero que, ya mayores, es más difícil poner de acuerdo a toda la familia para viajar todos juntos al pueblo. Sin embargo, y pese a la corta edad de la subcampeona olímpica cuando realizaban estos viajes, guarda recuerdos del pueblo natal de su madre.

"Me acuerdo de ver porrones de barro, el ganado de mis tíos y montar en caballo o en burro. También de las fiestas, que me soltaban y podía ir yo sola a todos los lados. Eso no lo podía hacer en Palma, que es una ciudad muy grande". Su madre Lola se emociona al hablar de su tierra. "Nos tuvimos que ir porque aquí había medios que allí, pero muchas veces digo: '¡Me voy a comprar allí una casita para que podamos ir todos!'".

Y es que Lola era ayer la madre más feliz del mundo. Celebró el triunfo de su hija rodeada de gente que la apoyaba y bañándose en una fuente en plena calle. "Lo había prometido a los del trabajo", aseguraba. Incluso se convirtió en protagonista indiscutible en el Telediario de La 1.

Visita al Bernabéu

Brigitte se llevó ayer otra alegría muy importante para ella. Al acabar la final, encontrándose un poco triste, recibió la llamada de Emilio Butragueño. Que si quería hacer el saque de honor en el Bernabéu. Yagüe afirmó que fue hablar con el director de relaciones institucionales del Real Madrid y olvidarse del combate contra la china. Su sueño de pequeña era ser futbolista. Pues ahora que lo disfrute.