Dos personas han sido detenidas en el este de China por propagar rumores sobre ataques con bomba, a sólo nueve días del comienzo de los Juegos Olímpicos de Pekín, informó hoy la prensa estatal. La semana pasada dos personas murieron en Kunming (suroeste) y 14 fueron heridas por la explosión provocada de dos autobuses, mientras en Shanghai y otras ciudades del este del país hubo en los últimos meses varias explosiones de autobuses y vehículos que terminaron con 23 muertos en total, según el diario "South China Morning Post".

En los últimos días han sido enviados al menos cinco mensajes de texto a teléfonos móviles, con advertencias de ataques terroristas, en la ciudad de Qingdao, subsede olímpica para las pruebas náuticas, y la policía continúa investigando las fuentes de esos mensajes. Entre los dos detenidos, el primero de ellos fue un joven de 23 años, Wang Xuewen, que fue arrestado en Yangzhou (provincia de Jiangsu, al norte de Shanghai) acusado de "inventar información terrorista", según confirmó el Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia, con sede en Hong Kong. Wang afirmó en una popular sala de conversación de un portal de internet chino que él era el autor de las bombas colocadas en uno de los autobuses que explotaron la semana pasada en Kunming, y aseguró que una serie masiva de ataques similares se pondría en marcha en todo el país, por lo que fue arrestado y pasó entre rejas una noche.

El segundo detenido fue Yu Zhengde, un trabajador en la ciudad de Fuzhou (provincia de Fujian, sureste), que fue arrestado ayer por asegurar, este sábado, que había una bomba instalada en un autobús local, a través de una llamada anónima que hizo para vengarse del conductor después de que este le dañara con la puerta del vehículo.

Controles exhaustivos

Entretanto, en Shanghai un pintor ha sido detenido y pasará cinco días en prisión por intentar entrar con un bote de pintura en un autobús urbano en los alrededores del estadio olímpico, donde se disputarán doce partidos de fútbol de los Juegos de Pekín 2008, entre ellos los preliminares del grupo de Argentina. El detenido, apellidado Peng, dijo ignorar la normativa que prohíbe utilizar el transporte público llevando sustancias peligrosas o inflamables.

En uno de los autobuses que estalló recientemente en Shanghai, el pasado 5 de mayo, que dejó tres muertos y 14 heridos, se encontraron restos de un material inflamable que pudo provocar el súbito incendio del vehículo, aunque no se publicaron más detalles y la policía no confirmó si pudo haber sido un ataque intencionado. Shanghai se ha sumado a las fuertes medidas de seguridad de Pekín y las demás subsedes olímpicas, y está instalando cámaras en los 1.600 autobuses y 36 trenes de metro que pasan junto al estadio, inspeccionando las bolsas de los pasajeros y limitando las obras de construcción y el transporte de sustancias peligrosas por la ciudad. Se espera que la zona olímpica, en torno al Estadio de Shanghai, recibirá al menos unos 52.000 espectadores por cada día de partido, entre el 7 y el 22 de agosto.