El equipo de EEUU parece haber aprendido la lección. Ha sido dolorosa. Y le ha llevado tiempo asimilarla. Pero parece haberla aprendido por lo que mostró ayer frente a España, aunque en este tiempo se ha llevado tres revolcones monumentales. El primero, hace seis años, en un Mundial en casa, en Indianápolis. El más grave, hace cuatro años, en los Juegos de Atenas. Y el último, hace dos, en el Mundial de Japón. En el primero, acabó rodando hasta la sexta plaza. En los dos últimos se tuvo que consolar con el bronce, todo un aldabonazo en el orgullo para un país que había dominado con tiranía la escena internacional y alardeaba de ser el inventor de este deporte.

Hace tres años que prepara un equipo para defender su estatus en el nuevo orden el baloncesto. La federación se puso en marcha al día siguiente de los Juegos de Atenas, donde un equipo formado por estrellas de la NBA sufrió su primera derrota y perdió el título olímpico.

Apoyo de la NBA

Desde ese día, la federación obtuvo el compromiso de la NBA de poner a disposición a sus mejores jugadores para lavar el honor, con un técnico como Mike Krzyzewski, buen conocedor del baloncesto de la FIBA, y un ayudante como Mike d´Antoni, que se formó como jugador y entrenador en Italia, antes de dar el salto a Estados Unidos.

Desde ese día, Lebron James, la estrella de los Cleveland Cavaliers, ha sido una pieza básica, igual que Carmelo Anthony, otra de las estrellas de la nueva generación.

Y en estos Juegos, han añadido la presencia del mejor símbolo de la liga, Kobe Bryant, para blindar a la formación. "Es el jugador que nos puede hacer marcar diferencias", reconoce el seleccionador, que ayer acabó visiblemente satisfecho de cómo se desarrolló el partido. "Creo que después de enfrentarnos a dos equipos como España y Grecia, muy experimentados y con buena química, estamos preparados para afrontar la fase decisiva", subrayó.

El poder del anillo olímpico

En el proceso de transformación también ha ayudado el compromiso de jugadores como el propio Lebron que, al llegar a los Juegos, dejó claro cual era su reto. "El anillo no tiene ni punto de comparación con el oro olímpico, porque aquí vienes representando a tu país", explica El elegido, como se conoce al sucesor de Jordan. "Cuando te vistes con esa camiseta, con las barras y las estrellas es lo máximo".

El cambio de EEUU ha sido radical. "Hemos escogido un equipo que se adapte al tipo de defensas que se realiza en el baloncesto internacional", apuntó ayer Krzyzewski, cuando le preguntaron sobre las diferencias sobre este equipo y el que dirigió en el Mundial de Japón.

Pau Gasol fue mucho más allá. "No podemos hablar de individualidades, porque siguen siendo excelentes. Pero como equipo han evolucionado muchísimo y han demostrado que están preparados para demostrar su supremacía", reconoció el pívot de los Lakers, visiblemente dolido por el repaso de ayer. "Ahora --prosiguió Pau-- hay que ver si nosotros también aprendemos. Tenemos que ver lo que hemos hecho mal, corregirlo y ojalá dispongamos de otra oportunidad ante ellos".