Miles de papeles multicolores, las lágrimas de Liu ante la pantalla al escuchar el 'Himno a mi país', la corbata de Madrid 2016 por parte del embajador de China en España, Qiu Xiaoqi, los acordes de flamenco mezclado con canciones populares del país oriental son algunos flashes de la celebración que se vivió en Madrid con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín.

El Polideportivo Magariños de la capital española fue el escenario que eligieron alrededor de 200 chinos residentes en Madrid para vivir la ceremonia inaugural de 'sus' Juegos Olímpicos.

A poco menos de 10.000 kilómetros de su casa, el color rojo de la bandera china se mezclaba con la ilusión de una ciudad como Madrid que espera tener este mismo privilegio dentro de ocho años.

La sonrisa del embajador chino en España, Qiu Xiaoqi, en la hora previa a la hora señalada: las 8 horas (local) del 08/08/2008, se intentó traducir en palabras cuando le dijo a Efe: "este es un sueño hecho realidad, una fiesta para todo el mundo".

"Intentamos con esta fiesta poder acercar a la comunidad china que vive en Madrid, este momento tan importante para nuestro pueblo", enfatizó el máximo responsable diplomático, que lucía una corbata en apoyo a la candidatura de Madrid 2016.

Espectáculos culturales, musicales y una gran alegría era el ambiente que se vivió durante los 60 minutos previos al momento esperado. El viceconsejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, Carlos Clemente, fue el encargado de poner en números la población china en la capital española: "La región cuenta con 35.412 chinos, lo que supone el 3,3% de la población extranjera, que hizo un gran esfuerzo para tener estos Juegos; nosotros queremos sentir esa sensación en Madrid en 2016".

A la hora indicada, la pantalla gigante de 40,5 metros mostró la cuenta atrás en el estadio nacional "El Nido" de Pekín y la emoción fue en ascenso hasta el punto de que Zhang, una china que vive en Madrid desde hace 10 años, expresó: "Con mi familia esperamos este momento hace cuatro años".

"Nos hubiera encantado estar en Pekín, pero al final nos quedamos aquí y decidimos venir a vivir este momento con la comunidad china en Madrid y con los españoles, que espero que puedan tener su oportunidad en 2016", finalizó Zhang.

Las cintas de color en el cielo del Polideportivo Magariños marcaron el final del período de la 29 Olimpíada y el inicio de unos Juegos que todos los chinos residentes en Madrid vivieron como propios.

El "Himno a mi país" en la voz de una niña china fue uno de los momentos de mayor emoción que generó lágrimas en muchos, inclusive en Liu, una china que cantó con voz entrecortada la canción de origen oriental.

La ceremonia inaugural siguió su curso y el color rojo de la bandera china convivió durante todo este tiempo muy cerca del rojo y amarillo de la española: la alegría y satisfacción del ser y la emoción e ilusión del poder ser.