El español Rafael Nadal, segundo favorito, arrolló al australiano Lleyton Hewitt (6-1 y 6-2) y alcanzó los octavos de final del torneo olímpico de Pekín 2008, donde se enfrentará al ganador del choque entre el francés Michael Llodra y el ruso Igor Andreev.

Para su primer triunfo sobre el oceánico en pista rápida el español necesitó hora y media. Tiempo en el que desveló el alto nivel que contiene su tenis y del que careció en el estreno olímpico, que protagonizó con el italiano Potito Starace.

Nada que ver con esto. Nadal ganó seis juegos consecutivos, que le dieron el set y el primer juego del segundo set, en el que Hewitt, distanciado del tenista que ocupó la cima del ránking hace seis años, logró su única rotura del partido. Una situación ficticia. Insuficiente para inquietar la clasificación del español, que bordó su mejor juego.