Zhang exhibía la semana pasada su entrada de tribuna para el jueves. Rechazó ofertas que septuplicaban los 80 euros pagados. "La historia no se vende. Contaré a mis nietos que estuve ahí". Ayer no podía colocarla a precio de coste. ¿Quién quiere ver la final de 110 metros valla sin Liu Xiang. Liu es el epítome del deportista que trasciende al deporte. Es un referente social. "Esto demostrará al mundo que los asiáticos también corremos muy rápido", dijo Liu tras el oro de Atenas. El Gobierno le pidió moderación, pero sus palabras recogían el ánimo general. En un cuadro de retos nacionales cumplidos con la historia, la primera victoria en una prueba de velocidad fue valorada por inesperada. Un chino corriendo más rápido que los atletas negros probaba que no había reto inalcanzable. Liu saltaba las vallas al mismo ritmo que China encadenaba récords económicos.