La española Nina Zhivanevskaya quedó eliminada hoy en las semifinales de los 100 metros espalda en los Juegos Olímpicos de Pekín y anunció que esta será su última gran competición internacional debido a que quiere dedicar más tiempo a su hija.

Nacida en Moscú hace 31 años y nacionalizada española entre los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000, Zhivanevskaya dio a España su última medalla olímpica en natación, el bronce en los 100 espalda en esa ciudad australiana y la de oro en 50 espalda en los Mundiales de Barcelona 2003. Ha participado en cinco Juegos Olímpicos, dos con nacionalidad rusa y tres como española.

Hoy en el "Cubo de agua" hizo un tiempo de 1:00.50 para ser sexta en su semifinal y undécima en la suma de las dos eliminatorias, en las que se impuso la zimbabuense Kirsty Coventry, que batió el récord del mundo con un crono de 58.77. "Me queda el relevo y ya está (el 4x100 estilos). Quedan Mireia (Belmonte), Erika (Villaecija), Aschwin (Wildeboer), Rafa Muñoz, que va tirando y al que el Europeo le salió muy bien, pero le falta experiencia y hay que seguir tirando", señaló.

Para Nina "una medalla en los Juegos es complicado. Mireia va a intentar entrar en la final de los 200 estilos, pero es muy difícil. Hablar de medalla es muy difícil, por no decir imposible. Hay que estar ahí, hay que luchar, porque en unos Juegos Olímpicos es muy complicado. Te cambia todo".

"También dejo la natación por mi hija. Me gustaría dedicar más tiempo a ella y ya tengo que jubilarme, hacer mi vida, quiero vivir como otros humanos porque realmente el deporte, la natación, no es la vida real. Es un tiempo que pasamos muy bien pero sacrificamos muchas cosas. No es la vida real. Claro que es sano porque primero te hace mucha disciplina, te crea carácter", explicó. "Un profesional se crea más exigencias para él mismo que los demás crean para él. Una persona que no es profesional entonces sí que tiene que ser el entrenador el que tiene que estar ahí: esto, esto, esto, pero un profesional es el que pone las metas", consideró.

"Me gustaría poder nadar más rápido, pero en 50 por la mañana está bien no es lo mismo hacer un Europeo que una Olimpiada. Al principio de la temporada estaba pensando que iba a ser muy complicado ir a los Juegos. Estar toda la temporada bajando de 1:01.00 ya es un gran nivel", explicó.

Añadió que después del Europeo de marzo tuvo un pequeña lesión en el hombro, aparte de que no pudo entrenarse en condiciones y sigue teniendo todavía problemas. "He cambiado un poco la técnica, no voy tan suelta. Noto la diferencia. Repetir 1:05 aquí tampoco era tan fácil", consideró. "Meterme en la final era complicado, pero sacando mi marca he quedado bastante contenta", manifestó.

Sobre el récord del mundo dijo: "Parece que (Natalie) Coughlin no va muy fina. Parece que no está reservándose. Veremos a ver. Primero la vi en Atenas (a Kirsty Coventry) con uno once; ahí sí que ha sido una sorpresa. El récord del mundo ayer también lo batió, aunque quedó segunda. El nivel es altísimo en todo". "Hay mucha gente que una vez que empieza a nadar tres veces y hay gente que queda fuera de las finales o de la final por reservarse. Entonces la gente está tan asustada que dice no, no, yo por la mañana, en la eliminatoria voy a hacer mi marca", explicó.