Como los famosos cigarrillos, son originales, con sabor y no pasan desapercibidos. Celtas Cortos demuestra cada vez que se suben a un escenario que su música es como ese viejo tabaco, al que nadie parece olvidar. El grupo vallisoletano ha puesto el cierre de lujo a la última edición del festival Extremúsika. Su gaita, su acordeón y su saxo, acompañados por la voz del inconfundible Jesús Cifuentes Cifu , quemaron a los miles de incondicionales presenten en el recinto hípico de Cáceres.

Cumplidos 20 años de trabajo y lucha juntos, subieron al escenario de la capital cacereña conscientes de la expectación que levantaba el regreso de Cifu después de una travesía en solitario.

La voz cantante del grupo es una figura indiscutible del mismo, incluso Alberto García, uno de los integrantes del conjunto, no rechaza la existencia de "caudillismo" en el equipo, pero un caudillismo bastante compartido, porque Celtas Cortos es un taller de música, donde la labor de cada uno de nosotros es imprescindible, aunque no insustituible", comenta.

Pero qué dice el aludido sobre todos los comentarios generados por su regreso a la banda. Reconoce la importancia del vocalista, aunque argumenta que "la música tiene un poder absoluto; al incorporar un texto se incorporan ideas, pero la música por sí misma da la libertad de incorporar sentimientos, remover conciencias y corazones, es como un tsunami que arrolla y masajea la cabeza".

Nuevo trabajo

A punto de sacar su último trabajo, 20 grados soplando versos , como celebración de sus 20 años juntos, aseguran que siguen teniendo una enorme necesidad e inquietud por contar cosas nuevas, pero también retomar temas que la gente quiere volver a escuchar, por lo que este trabajo contempla temas nuevos y otros que les han dado la fama.

A pesar de que dicen tener mucha suerte y mucho trabajo, creen que la industria discográfica no les trata bien, "pero es que --explica Cifuentes-- la industria no trata bien a nadie, para eso está creada, para extirpar y sacar máximo beneficio".

No obstante, dicen haberse ido bandeando con cierta fortuna, "aunque jamás podré enarbolar ninguna bandera a favor de la industria, sólo se puede enarbolar a favor de los grupos, las ideas y la creatividad, algo que la industria no fomenta".