Después del susto, la reina del pop ya está casa. Madonna se recupera, en su residencia campestre del sur de Inglaterra, de las heridas producidas por una aparatosa caída de un caballo. La cantante se fracturó tres costillas, la clavícula y una mano, lo que puede suponerle tres meses de recuperación. Sin embargo, su portavoz aclaró ayer que la superestrella puede andar, aunque no cree "que esté para hacer piruetas en un tiempo". Aseguró que el reposo no afectará al lanzamiento de su nuevo disco, Confessions on a dancefloor, previsto para noviembre.

Madonna celebraba su 47º cumpleaños en familia el día del accidente. Estaba junto a su marido, el director de cine Guy Ritchie, y sus dos hijos, Rocco y Lourdes, en su mansión de 16 habitaciones del condado de Wiltshire. Es una espectacular residencia del siglo XVIII en la que pasa mucho tiempo, gracias a la afición a la vida rural que le ha contagiado su pareja. Precisamente, este verano ha aparecido en la revista Vogue montando a caballo e interpretando el papel de perfecta dama inglesa con su marido (foto). Incluso daba de comer a las gallinas. R. A.