Música, ocio y deportes componen el programa de la Feria de Mayo que ayer presentó la alcaldesa, Elena Nevado, en esta nueva ola de moda de Preferia que cala en la ciudad desde hace varios años y que hace que San Fernando se estrene el fin de semana antes del encendido oficial, esta vez programado para las once de la noche del próximo martes con sus habituales fuegos artificiales. De modo que la feria arranca este viernes con el Día del Niño y los precios de los cacharritos al 50% (también habrá Día del Niño el martes del encendido), la apertura de casetas (20 en total abiertas desde las una de la tarde), el concierto de Hombres G el sábado en el Estadio Príncipe Felipe (21.00 horas, 25 euros) y el de los djs Gordo Master, Bert y Arce, este viernes a las 20.00 horas en el Pabellón Teodoro Casado (entradas por 15 y 18 euros).

La música es, sin duda, el plato fuerte de esta edición con un programa diseñado en la Caseta Municipal, en este caso con todos los concierto gratuitos. Comienzan el martes, 23, a las 20.00 horas, con Manu Tenorio (primera edición de Operación Triunfo), siguen el mércoles, 24, también a las 20.00 con Javier de Pecos (que junto a su hermano Pedro -el ‘moreno atracativo’ le llamaban- conformó el dúo musical que se convirtió en un auténtico fenómeno social en España a finales de la década de 1970 con sus inolvidables ‘Acordes’ y ‘Guitarra’). A ellos se unen Los Inhumanos (jueves, 25, 20.00 horas. «No me los pierdo», dijo la alcaldesa), Saratoga (viernes, 26, 19.00 horas) y OBK para el sábado, 27, a las siete de la tarde. En la misma caseta se desarrollarán actividades para los mayores, donde no faltarán, del 23 al 28 de mayo, los pasodobles, tangos y sevillanas.

La feria, que recupera los festejos taurinos (Ferrera, El Juli, Perera, Cayetano, De Justo y Roca Rey pasarán por la Era de los Mártires el 27 y 28 de mayo), también cuenta con talleres infantiles en los barrios, las marionetas de Peneque el Valiente (26 y 27 de mayo a las 12.00 en Cánovas) y Gorgorito (el 25 a la misma hora y en el mismo sitio), y sus citas tradicionales como la Agroalimentaria y la Regional de Artesanía (del 23 al 28 de mayo en Cánovas).

Tampoco faltará el Concurso Nacional de Saltos, con los mejores jinetes del país, del 19 al 21 en el Hípico. Alcanza su 74 edición, es uno de los de mayor solera de España y reparte 22.000 euros en premios.

El deporte también merece un capítulo especial, con el torneo de esgrima el 28 de mayo en el Serrano Macayo desde las nueve de la mañana, el I Trofeo de Voley Playa y la Feria Equina, Mular y Asnal, el 28 de mayo en el Hípico desde las ocho de la mañana.

LOS ORÍGENES / Y es que precisamente, los orígenes de la Feria de Mayo hay que buscarlos en el Fuero de Cáceres, donde ya se habla de las transacciones comerciales fundamentalmente relacionadas con el ganado, aunque no es realmente hasta mediados del siglo XIX cuando los grandes ganaderos afincados en la ciudad abogan por instaurar una feria ganadera acorde con la importancia de una capital de provincia como era Cáceres. La primera Feria de Mayo se celebra en 1896, siendo alcalde Nicolás Carvajal Cabrero tras múltiples reuniones previas que el ayuntamiento mantiene con ganaderos y propietarios de la Sociedad General de Fosfatos que explotaban las minas de Aldea Moret.

1896 fue un año muy importante para la ciudad: inauguró la luz eléctrica, el Paseo de Cánovas y la Feria de Mayo. Cáceres nunca tuvo especial fe por San Fernando y nunca le levantó ermita o capilla; realmente la fecha de la feria la eligieron los ganaderos y solo el azar y no una tradición religiosa quiso hacerla coincidir en el calendario con San Fernando. El Rodeo fue su primera ubicación y muy pronto la feria tendría eco en Cáceres.

El Teatro Principal y el Variedades programaban elencos de gran categoría y desde 1846 la plaza de toros trae carteles de postín. Uno de los más importantes fue el de 1943. Toreaban Manolete, Arruza (un mexicano que banderilleaba muy bien) y Morenito de Talavera. Esa fue una feria que movió mucho dinero porque coincidió con la llegada a la provincia de alemanes que buscaban wolframio, así que en los tendidos se veían por puñados a quienes encendían cigarrillos con billetes de 1.000 pesetas.

Y es que aquellos fueron los años del auge del woframio, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando alemanes e ingleses peleaban por ese mineral. El suministro de wolframio, del que España era productora, resultaba vital para los planes de Hitler y esto supondría una gran revolución económica en nuestro país y el nacimiento de una burbuja que ayudaría a pagar las deudas contraídas durante la guerra civil. El wolframio, uno de los materiales más importantes durante el conflicto, acaparó todos los focos de la especulación en España como efecto de los acontecimientos internacionales en aquella época, cuando los alemanes comenzaron a aplicarlo en su maquinaria bélica al aprovechar sus características para endurecer proyectiles (especialmente los misiles antiataque) y el armamento. Así que Cáceres también hizo su agosto a costa de este mineral, y en la feria se dejaron notar los efectos positivos de su llegada.

Este año se cumplen 28 del traslado de la feria a su recinto actual, en el campo de aviación. Allí, desde mañana, volverán a reunirse miles de personas (unas 40.000 al día según las estimaciones de las fuerzas de seguridad) en base a un programa en el que el Ayuntamiento de Cáceres ha empleado 160.000 euros, un dinero que recupera merced a las tasas que cobra por instalación de casetas y cacharritos. Llega San Fernando. Toca disfrutar.