Como el resto de sus compañeros, el desafíoque afronta Gaten Matarazzo es sobrevivir al afable Dustin Henderson cuando las fuerzas paranormales se vayan para siempre de Hawkins, esa topografía perdida entre Twin Peaks y el Castle Rock de Stephen King. Como saben, tiene la casuística en contra -como prueba el devenir de los actores de E.T. y Los Goonies-, pero quién sabe qué giro de guion aguarda a este chico, peculiar entre los peculiares, al que Matt y Ross Duffers le diseñaron un papel a medida cuando lo conocieron. Aquejado de displasia cleidocraneal -enfermedad genética que afecta al desarrollo de los huesos y dientes y que explica la ventilada sonrisa y el contorsionismo de hombros que ha cedido al personaje-, tiene un chorro de voz que le ha llevado a musicales como Los Miserables y Priscilla, reina del desierto, y a cantar el himno de EEUU en un partido entre los Mets y los Yankees.